En vísperas de las elecciones en Argentina, el Papa avisa de los «payasos de mesianismo»

En la conversación con la periodista Bernarda Llorente, presidente de la agencia de noticias, el Papa no menciona explícitamente las elecciones de este domingo ni a Javier Milei o a cualquier otro de los candidatos, pero la cuestión es un «convidado de piedra» que parece sobrevolar todas sus respuestas.

«Cuando vemos fuerzas de ultraderecha que se expanden, cierta frustración o decepción ante a la política o un voto que las expresa, ¿cree que estas crisis son momentáneas o perdurables? ¿Qué se puede hacer para revertirlas?», le pregunta genéricamente Llorente.

«Me preocupa cuando los problemas se encierran hacia adentro y no pueden salir», comienza su respuesta el Papa. «Todos fuimos jóvenes sin experiencia y a veces los chicos y las chicas se aferran a milagros, a mesías, a que las cosas se resuelven de manera mesiánica. El Mesías es uno solo que nos salvó a todos. Los demás son todos payasos de mesianismo. Ninguno puede prometer la resolución de conflictos, si no es a través de las crisis, superándolas hacia arriba, y no (haciéndolo) solo», explica el Papa.

«Pensemos cualquier tipo de crisis política, en un país que no sabe qué hacer, en Europa hay varios…», continúa Francisco. «¿Qué se hace? ¿Buscamos un mesías que venga a salvarnos de afuera? No. Busquemos dónde está el conflicto, agarrémoslo y resolvámoslo. Manejar los conflictos es una sabiduría. Pero sin conflictos no se va para adelante», añade.

Respondiendo a la siguiente pregunta el Papa dice que «le tengo mucho miedo a los flautistas de Hamelin porque son encantadores. Si fueran encantadores de serpientes los dejaría, pero son encantadores de gente… y las terminan ahogando. Gente que se cree que de la crisis se sale bailando al son de la flauta, con redentores hechos de un día para el otro. No. La crisis debe ser asumida y superada, pero siempre hacia arriba».

«Las grandes dictaduras nacen de una flauta, de una ilusión, de un encanto del momento. Y después decimos '¡qué lástima, nos ahogamos todos!'», avisa.

Los argentinos acuden este fin de semana a las urnas para elegir al próximo inquilino de la Casa Rosada. Lo hacen con una inflación desbocada que ronda el 124% anual. El candidato ultraderechista Javier Milei, muy crítico con las políticas sociales del Papa Francisco, obtuvo una enorme ventaja en las primarias en agosto.

Milei lidera la coalición La Libertad Avanza. Una de las promesas que lanzó en el último gran debate es transformar a Argentina en una «potencia mundial». «Con las reformas que propongo, Argentina en 15 años podría estar alcanzando niveles de vida similares a los que tiene Italia o Francia. Si me dan 20, Alemania, y si me dan 35, Estados Unidos».

Antes de convertirse en candidato presidencial, Javier Milei criticó duramente al Papa. Lo más suave que dijo fue que «habría que informarle al imbécil ese que está en Roma y que defiende la justicia social, que eso es un robo y una aberración». Entonces también lo llamó «representante del maligno en la tierra, que está ocupando el trono de la casa de Dios» y lo acusó de «impulsar el comunismo, con todos los desastres que causó» y de promover «el pobrismo y un régimen de miseria».

Durante la campaña, en una entrevista para la red social «X» realizada por el exreportero de Fox News, Tucker Carlson, Milei acusó al Papa de «gran afinidad con dictadores como Castro o Maduro. Está del lado de dictaduras sangrientas. Tiene afinidad por los comunistas asesinos. De hecho, no los condena, es decir, es bastante condescendiente con ellos, y también con la dictadura venezolana. Es condescendiente con todos los de izquierda, aunque sean verdaderos criminales, y eso es un problema».

El Papa evitó recoger el guante, pero en la entrevista de esta semana con Telam parece romper su silencio. «A veces cuando me escuchan decir las cosas que escribí en las encíclicas sociales, dicen que el Papa es comunista. No. El Papa agarra el Evangelio y dice lo que dice el Evangelio», dijo de pasada. «Aclaro que no soy comunista como dicen algunos: el Papa sigue el Evangelio», añadió.

La única respuesta del entorno de Milei a las declaraciones del Papa fue la del economista Alberto Benegas Lynch, quien durante el mitin de cierre de campaña ha propuesto romper relaciones con el Vaticano. «Por consideración y respeto a mi religión católica, creo que habría que imitar lo que hizo el presidente Julio Roca y suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras allí prime el espíritu totalitario», sugirió, según explicó, a título personal.

En la entrevista, el Papa afronta otras cuestiones. Asegura que «le gustaría viajar a Argentina», y que está considerando también visitar Papúa Nueva Guinea, y quizá Australia.

La entrevista fue realizada antes de los ataques de Hamás a Israel, y por eso no menciona la situación en Oriente Próximo. Pero sí propone el concepto de «seguridad integral», pues «uno no puede lograr una seguridad parcial, de un país, si no es una seguridad integral, de todos». Por otro lado, asegura que, en su opinión, «las guerras son fomentadas por las dictaduras. Hay dictaduras declaradas, encontramos muchas en el mundo, y otras que no son declaradas, pero tienen el poder de una dictadura».