Villa San Martino: la mansión de Berlusconi, 'templo' de poder, lujo y lujuria donde será sepultado en una tumba inspirada en Tutankamón

Será sepultado en un mausoleo cuyo diseño está inspirado en latumba de Tutankamón y donde Berlusconi mandó a colocar un sarcófago de mármol de Carrara, el mismo tipo que Miguel Ángel y Donatello utilizaron en sus obras de arte. La zona de enterramiento está situada en medio de jardines y, además, consta de 37 nichos que el 'Cavaliere' asignó a sus familiares y allegados. Lo contó él mismo: «Aquí es donde quiero irme cuando llegue el momento, aquí es donde quiero ser enterrado con mis amigos y familiares».

Eso dimensiona el apego de Berlusconi a Villa San Martino que es un palacete asentado en un terreno de 90 hectáreas, que dispone de 72 habitaciones distribuidas en tres plantas.

El ostentoso complejo residencial, además alberga un parque con establos, una reserva de caza, así como dos piscinas, un campo de tenis y una capilla, entre otros atractivos. A eso se añaden una pinacoteca y una biblioteca con al menos 10.000 títulos antiguos.

La propiedad fue originalmente un monasterio benedictino. Según referencias de la época, en el siglo XVIII el lugar fue transformado en una villa señorial por la familia de marqueses Casati Stampa y fue la residencia del marqués Camillo y su segunda esposa, la actriz Anna Fallarino, los protagonistas de una tragedia de amor, sexo y sangre. Se conoce que al marqués le gustaba mirar a su esposa mantener relaciones sexuales con hombres, pero al descubrir que ella se había enamorado de uno de sus 'invitados' de cama los mató a ambos con un rifle y después se suicidó.

La propiedad fue heredada a la hija de Camillo llamada Annamaria, quien al cumplir los 21 años se marchó a Brasil y puso en venta sus posesiones, incluida la casa familiar por la que se decantó Berlusconi y por la que pagó poco más de 500 millones de liras, en una época cuando trabajaba como constructor y que fue un gran negocio pues terminó poniéndola en garantía por 7.300 millones en esa época.

Berlusconi tuvo infinidad de propiedades a la altura de la riqueza que acumuló. Sin embargo, desde el año 1974 cuando adquirió Villa San Marino la hizo su residencia y la convirtió en el epicentro de sus operaciones y, por su puesto, de sus ventilados excesos.

El salón de Villa San Martino, en cuyas paredes se exhiben valiosas obras de arte, que en más de una vez el mismo magnate mostró extasiado, fue, por ejemplo, el escenario de sus famosas fiestas del 'bunga bunga'.

La villa ahora acoge la capilla ardiente de Silvio Berlusconi, fallecido este 12 de junio, a sus 86 años, a causa de una leucemia. Sin embargo, las puertas del icónico inmueble solo se abrirán para familiares, amigos e influyentes.