El vicepresidente de China acerca posturas con Vance y Musk en la víspera de la investidura de Trump

La llegada de un funcionario chino de alto rango a la investidura implica un gesto simbólico por parte de Pekín a favor de mejorar las endebles relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos.

Han ha explicado que Trump y Xi han mantenido recientemente una «importante llamada telefónica» en la que ambos alcanzaron «muchos consensos importantes sobre el desarrollo de las relaciones entre China y Estados Unidos», según ha informado la agencia de noticias estatal Xinhua. «China está dispuesta a trabajar con EE.UU. para adherirse a la orientación estratégica de la diplomacia de jefes de Estado, implementar el importante consenso alcanzado entre Xi y Trump, y promover el desarrollo estable, saludable y sostenible de las relaciones», ha indicado.

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Tal y como ha señalado Pekín, «mientras ambas partes se adhieran a los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de beneficio mutuo, podrán lograr éxito mutuo, beneficiar a ambos países y hacer contribuciones importantes a la paz y el desarrollo mundiales». «Las relaciones económicas y comerciales son cuestiones importantes de interés común para ambas partes. Aunque existen diferencias y fricciones entre China y Estados Unidos, los dos países tienen enormes intereses comunes y espacio para la cooperación. Las dos partes pueden fortalecer el diálogo a este respecto», ha añadido.

Por otro lado, el vicepresidente chino se ha reunido con representantes del Consejo Empresarial Estados Unidos-China, la Cámara de Comercio estadounidense y otros líderes empresariales, quienes apuntan a «una señal positiva al mundo exterior» catalogada de «alentadora».

En la misma línea, Han ha expresado su bienvenida a las empresas estadounidenses, incluida Tesla (propiedad de Musk), para que hagan nuevas contribuciones a las relaciones comerciales chino-estadounidenses. Según Xinhua, Musk ha declarado que está dispuesto a profundizar la inversión de Tesla en China, lo que supone un mayor acercamiento por parte de la mano derecha del presidente estadounidense.