Venezuela exige a Chile cerrar todos sus consulados en su territorio

La terminante orden del Gobierno venezolano ha implicado que las representaciones chilenas hayan dejado de atender público hoy y cerraran sus puertas. El Gobierno de Boric lamentó la medida «que afecta a miles de connacionales en Venezuela y ciudadanos venezolanos que requieran atención consular, e informa que está evaluando las diversas alternativas disponibles con el fin de garantizar el apoyo necesario para los connacionales residentes en dicho país».

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Desde las elecciones celebradas en Venezuela en julio pasado, la tensión entre ambas naciones ha ido in crecento, luego de que Boric no reconociera el fraude electoral de Maduro y lo acusara de encabezar una dictadura. Maduro. Cuando todo el mundo le exigía al gobernante caraqueño mostrar las actas de la elección para certificar su triunfo, éste dispuso romper relaciones en ese momento con Chile, Paraguay, Argentina y Perú.

Por esa razón la Administración chilena llamó a consultas al embajador en Caracas Jaime Gazmuri, quien no retornó a ese país y abandonó definitivamente el cargo el pasado 7 de enero cuando el Gobierno anunció el fin de su misión diplomática.

A pesar de ello, los consulados seguían trabajando debido a la ola migratoria de ese país a Chile y la necesidad de colaboración para establecer los antecedentes de los venezolanos que ingresan por esta frontera. La medida anunciada hoy afecta a unos 12.000 chilenos que viven en ese país.

A esto se suma el hecho de que en las últimas semanas han surgido nuevos antecedentes que vinculan al Gobierno de Nicolás Maduro con el secuestro y asesinato del exteniente venezolano Ronald Ojeda, hecho ocurrido en Santiago en febrero de 2024. La fiscalía cuenta con testimonios que sindican a Diosdado Cabello como quien entregó la orden y pagó al Tren de Aragua para cometer el crimen.

El viernes el canciller venezolano Yvan Gil afirmó en su cuenta X que las relaciones con Chile «están rotas desde agosto del año pasado», pero la ministra del Interior, Carolina Tohá, evitó caminar por esa senda señalando que «en la práctica hoy día, no hay relaciones diplomáticas rotas, ese acto, digamos, diplomático, de romper relaciones, no se ha producido».

Esta mañana el subsecretario del Interior, Luis Cordero, lamentó la medida exigida por Maduro afirmando que perjudicará a los connacionales que viven allá, como a los venezolanos residentes en Chile. También reconoció que esto dificultará cualquier medida de repatriación o expulsión de venezolanos ilegales en el país a futuro porque Caracas no los quiere recibir.

En el Congreso hubo un rechazo transversal a la medida adoptada por Caracas y desde la derecha radical al Frente Amplio se cuestionó el actuar de ese Gobierno. Los únicos que no se pliegan a la crítica son los parlamentarios del Partido Comunista que han descartado calificar a Venezuela de dictadura.