Un demandante de asilo sirio apuñala a cuatro niños y dos adultos en un parque de Francia

Hacia las 9.45 de la mañana del jueves, un individuo con documentación siria atacó con un cuchillo a un grupo de personas, en las inmediaciones de los jardines de Europa, en un barrio muy céntrico Annecy (Alta Saboya).

Tres de los heridos se encontraban en estado muy grave, hospitalizados de urgencia, a última hora de la mañana.

Según las primeras filtraciones policiales, el intento de asesinato se produjo en las inmediaciones del lago de Annecy, a 40 kilómetros de Ginebra, en un barrio céntrico y acomodado.

Gérald Darmanin, ministro del Interior, anunció la detención rápida del criminal, «gracias a una intervención expeditiva de las fuerzas del orden».

El prefecto de la Alta Saboya, representante del Estado, hizo un comunicado pidiendo a la opinión pública que «evitase» el barrio donde se ha producido el crimen, para no entorpecer involuntariamente el trabajo de un considerable despliegue de socorristas, policías y militares, que tomaron el barrio con mucha celeridad.

Según varias fuentes policiales, el individuo neutralizado llevaba documentación siria, y pudiera tratarse de uno de los 25.000 / 30.000 refugiados sirios acogidos en Francia, desde el estallido de la guerra civil que estalló el 2011.

Desde entonces, Francia ha recibido menos refugiados sirios que otros países europeos, como Alemana, pero ha destacado por una cierta movilización gubernamental y popular.

En su día, la AMGVF (Association des maires de grandes villes de France) se dijo dispuesta a recibir refugiados. Las jerarquías religiosas católica y judía apoyaron los proyectos de acogida. Sucesivos gobiernos de François Hollande y Emmanuel Macron acordaron ayudas económicas y la acogida.

En Francia, el tratamiento de las demandas de asilo político suele tardar unos nueve meses. Y una parte de los refugiados reciben ayuda material de urgencia.

A la espera de conocer con precisión las circunstancias del ataque con cuchillo y la identidad del criminal, el intento de matanza se asemeja muy mucho a las acciones de musulmanes fanáticos, «lobos solitarios», siguiendo las consignas tradicionales de los islamistas terroristas: matar con arma blanca u otros medios, en cualquier lugar, sin otros pretexto que la «fé» del fanatismo criminal.