Ucrania sigue atacando regiones rusas en el penúltimo día de votaciones para reelegir a Putin

Se han contabilizado tres muertos entre la población civil, un hombre y dos mujeres, según reportó el gobernador Viacheslav Gladkov. Putin ha vuelto a acusar a Kiev de tratar de alterar de esa manera los resultados de los comicios presidenciales rusos, que finalizan el domingo y cuyo segundo día transcurrió este sábado. El primer mandatario ruso ha advertido que tales ataques «no quedarán impunes».

Gladkov dijo que las víctimas se produjeron por disparos de cohetes desde lanzaderas RSZO «Vampire», la mayoría de los cuales fueron interceptados por las defensas antiaéreas rusas, «pero un proyectil alcanzó un camión, en el que murieron una mujer y un hombre, y otro explotó en una cooperativa, matando a otra mujer que llegó allí con su hijo para dar de comer a los perros. Los médicos están luchando por la vida del muchacho, que tiene heridas de metralla en la nuca, el hombro y el pecho».

Noticia Relacionada

Un ataque ruso con misiles mata al menos 16 personas en Odesa

Miriam González | Corresponsal en Kiev

Gladkov aseguró que los cohetes fueron derribados antes de que pudieran llegar a la ciudad de Bélgorod, si bien sus fragmentos cayeron sobre edificios de apartamentos y automóviles aparcados. Desde el jueves, son ya cinco las personas muertas en la región de Bélgorod y 33 las que tuvieron que ser hospitalizadas con heridas de diversa consideración. Como consecuencia de estos bombardeos, en la región de Belgorod se cerrarán temporalmente los centros comerciales y se suspenderán las clases en escuelas y universidades, anunció Gladkov, que enumeró los ocho distritos a los que afectará, la medida, los más cercanos a la frontera con Ucrania, además de la propia ciudad de Bélgorod. «Lo más difícil va a ser cerrar las guarderías. Pediremos, si es posible, que los niños se queden en casa el lunes y el martes. Si esto no es posible, ayudaremos a los padres que trabajan en profesiones imprescindibles», añadió el gobernador.

Por otro lado, una nueva oleada de drones golpeó en las últimas horas las refinarías de Sizrán y Novokuibíshevsk, ambas en la región de Samara, situada a más de 800 kilómetros de la parte de Ucrania que controlan las tropas de Kiev. El gobernador de Samara, Dmitri Azárov, dijo que el fuego en Novokuibíshevsk fue extinguido rápidamente, no así en Sizrán, en donde las llamas se han extendido a través de una superficie de 500 metros cuadrados, incluyendo la unidad principal de procesamiento de los derivados petrolíferos. El gobernador sostiene que no hubo víctimas. Otra refinaría en la región de Lípetsk también acabó en llamas tras el bombardeo, admitió el gobernador, Ígor Artamónov. Desde principios de semana, tres grandes refinerías rusas han sido atacadas por drones en las regiones de Riazán, Rostov del Don y Nizhni Nóvgorod, además de otra más pequeña en la región de Kaluga.

Putin, cuya victoria en los actuales comicios presidenciales, a juicio de la mayoría de los analistas, se da por sentada, y que desató la guerra contra Ucrania en febrero de 2022, ha alertado ya varias veces esta semana de que los últimos ataques del Ejército ucraniano constituyen un intento de «injerencia» en los comicios rusos. Ha amenazado con responder a ellos con dureza. Este viernes, un ataque de las fuerzas rusas con misiles contra la ciudad portuaria de Odessa dejó 21 muertos y casi 80 heridos.

La participación en el segundo día de votaciones, según la Comisión Electoral Central, supera ya al 55%. Putin votó el viernes por Internet mientras en los colegios electorales siguen teniendo lugar acciones de protesta. Entre el viernes, el primer día de votación, y el sábado son ya 30 los incidentes registrados entre incendios y vertido de tinta o antiséptico verde en las urnas. Como resultado, este sábado se ha reforzado la vigilancia en los colegios electorales y se inspeccionan los bolsos y mochilas de las personas que acuden a votar. Ni siquiera se puede llevar agua. Los legisladores rusos proponen aplicar a los incendiarios 8 años de cárcel. De momento, la pena por «obstaculizar el ejercicio de los derechos electorales», recogido en el artículo 141 del código penal, se eleva a cinco años de prisión.

Por otro lado, las autoridades rusas han denunciado más de 90.000 ataques informáticos contra el dispositivo electoral desde direcciones IP situadas en Ucrania, Europa Occidental y Estados Unidos, afirmó el número dos del departamento de Seguridad de la operadora de telecomunicaciones rusa Rostelecom, Ígor Liapunov. Según sus datos, los hackers trataron de paralizar el funcionamiento de las web de información al votante, incluida la de la Comisión Electoral Central, y el sistema de votación electrónica DEG, que el viernes estuvo unas horas fuera de servicio.