Ucrania celebra el regreso de los cinco comandantes de Azov
El Kremlin acusa a Ankara y Kiev de violar los términos del acuerdo que los liberó
La vida después del infierno de los defensores de Azovstal
Los cinco de Azov con Zelenski en el avión rumbo a Ucrania
Recibidos como héroes por miles de personas, los cinco comandantes ucranianos del Regimiento Azov llegaron este sábado a la ciudad ucraniana de Leópolis donde pudieron abrazar a sus familias tras más de diez meses (desde septiembre de 2022) como prisioneros de guerra en Turquía, ... donde habían estado detenidos desde septiembre bajo los términos de un intercambio de prisioneros con Rusia.
Los cinco, elogiados en Ucrania por defender la ciudad portuaria de Mariúpol el año pasado durante un asedio ruso de 80 días antes de rendirse como prisioneros de guerra, recibieron una calurosa bienvenida y participaron en un acto simbólico, coincidiendo este fin de semana con los 500 días del inicio de la invasión rusa.
Los hombres aparecieron con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, en Turquía para una reunión con su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, que los recibió en el aeropuerto de Estambul con abrazos y sonrisas, según un vídeo publicado por su oficina.
«Estamos regresando a casa desde Turquía y trayendo a nuestros héroes a casa», dijo Zelenski en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
En una ceremonia posterior junto a los hombres, Zelenski agradeció a Erdogan por ayudar a asegurar su liberación y se comprometió a traer a casa a todos los prisioneros restantes. «Mucha gente en el mundo todavía no entendía qué somos, qué sois vosotros, qué esperar de nosotros y quiénes son nuestros héroes. Ahora todo el mundo entiende», declaró el presidente ucraniano entre vítores, según los vídeos compartidos por la oficina de la presidencia ucraniana. Los cinco comandantes, durante una conferencia de prensa, prometieron volver al campo de batalla. «Seguiremos haciendo nuestro trabajo. Somos militares. Hicimos un juramento», dijo Svyatoslav Palama, subcomandante del regimiento.
Acusaciones del Kremlin
Por su parte, el Kremlin no tardó en condenar esta repatriación y denunció que este hecho viola el acuerdo alcanzado con Kiev cuando liberó a los combatientes, puesto que estos debían quedarse en Turquía «hasta el final del conflicto».
«El regreso de los líderes de (el regimiento de) Azov de Turquía a Ucrania no es más que una violación directa de los términos de los acuerdos existentes», señaló a la agencia rusa Ria Nóvosti el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov además apuntó que no habían sido informados sobre el traslado de los comandantes del batallón Azov, considerado una organización terrorista en Rusia. Por tanto, acusó a Ankara y a Kiev de haber violado los términos del acuerdo sobre la liberación de los combatientes.
El portavoz del Kremlin vinculó este regreso al «fracaso de la contraofensiva ucraniana» llevada a cabo desde principios de junio y al deseo de Ankara de mostrar su «solidaridad» de cara a la cumbre de la OTAN que se celebra en Vilna este martes y miércoles. «Los preparativos de la cumbre de la OTAN están en marcha y, por supuesto, ha habido mucha presión sobre Turquía», declaró Peskov.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha mantenido una conversación con su homólogo turco, Hakan Fidan, en la que le advirtió de las «consecuencias negativas» que podrían tener la entrega a Ucrania de combatientes de Mariúpol o de la entrega de material bélico a Kiev. Lavrov emplazó a Ankara «a percatarse del rumbo destructivo» adoptado por los «continuos» envíos de armamento a Ucrania.
Los comandantes de Azovstal, con sus familias en Leópolis
Los líderes del regimiento Azov se encontraban en Turquía desde septiembre de 2022 bajo la protección del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que hizo de mediador para que fueran puestos en libertad en un intercambio de prisioneros con Rusia. La mediación de Erdogan permitió la puesta en libertad de 215 soldados ucranianos, casi todos capturados en Mariúpol, a cambio de 55 rusos y ucranianos vinculados al Kremlin, entre ellos Viktor Medvedchuk, un oligarca ucraniano amigo del presidente ruso, Vladímir Putin.
Las fuerzas rusas redujeron la ciudad de Mariúpol a escombros antes de conquistarla, pero los combatientes de Azov resistieron durante semanas en la acería Azovstal de la ciudad, viviendo en búnkeres subterráneos bajo continuos bombardeos, que se cobraron la vida de miles de personas, que según las autoridades ucranianas cifran en más de 20.000. A petición del Gobierno de Kiev, se rindieron el 20 de mayo. Aún así, su resistencia los convirtió en un símbolo de la resistencia ucraniana.
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