El expresidente aseguró en un mitin en Ohio que realizará un «gran anuncio» el próximo 15 de noviembre en su residencia de Mar-a-Lago, en la costa de Florida.
Nadie duda de que tendrá que ver con un intento de ser reelegido para la Casa Blanca, después de amagar con ello durante meses y tras asegurar el pasado jueves, en otro mitin, que «muy, muy probablemente» se presentará a las presidenciales.
Desde hacía semanas, el entorno de Trump había filtrado que el anuncio de candidatura presidencial podría producirse en algún momento entre las elecciones legislativas de este martes y el día de Acción de Gracias, el 24 de noviembre. Esta misma semana, la fecha ya se limitaba a la semana que viene y el propio Trump la acabó por colocar el próximo martes 15.
El 'anuncio del anuncio', horas antes de las elecciones
Trump hizo el 'anuncio del anuncio' pocas horas antes de que los estadounidenses empezaran a acudir a las urnas, en una cita en la que se renuevan las dos cámaras del Congreso y se eligen a miles de cargos estatales y locales, y en la que los republicanos llevan la delantera en las encuestas.
Fue en un mitin junto a J.D. Vance, candidato republicano al Senado por Ohio, que se juega el escaño contra el demócrata Tim Ryan, que le ha recortado posiciones en los sondeos en las últimas semanas.
Vance, sin embargo, comprobó que toda la atención se la llevó Trump, que protagonizó una intervención de más de dos horas, trufada de sus habituales referencias al 'robo electoral' —infundado, según los tribunales— que sufrió en 2020 en su derrota frente al actual presidente, Joe Biden. Solo al final de su discurso, Trump adelantó la fecha para su presumible anuncio de candidatura.
Objetivo: marcar el tono
El objetivo de Trump es marcar el tono de la elección presidencial de 2024 con una antelación de casi dos años hasta que los estadounidenses vayan a las urnas, el 5 de noviembre de ese año.
Para algunos republicanos, adelantar tanto la candidatura es un error, una estrategia que podría provocar desgaste ante el electorado, como ya ocurrió en 2020 después de una presidencia turbulenta.
La vitola de candidato, sin embargo, tendrá otra utilidad para Trump: una capa protectora ante la opinión pública en medio del aluvión de batallas legales a las que se enfrentará en los próximos meses: desde su papel en el intento de dar la vuelta a los resultados electorales en 2020, a la retención de documentos confidenciales en Mar-a-Lago, pasando por la investigación por fraude a su compañía en Nueva York.
Por último, la candidatura le servirá para limitar las ambiciones de otros republicanos a luchar por la Casa Blanca en 2024. El más importante de ellos es Ron DeSantis, gobernador de Florida y estrella del partido republicano. Trump ha mostrado en los últimos meses un claro distanciamiento frente a DeSantis, un aliado durante sus años en la Casa Blanca, rematado por un ataque personal en la última semana —le puso el mote de 'Ron DeSanctimonious', algo así como 'Ron el Moralinas'— y por su ausencia en el último mitin del gobernador en Miami, a pesar de que el expresidente estaba en la misma ciudad de Florida esa noche.
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