Trump anuncia aranceles demoledores para frenar la inmigración y el narcotráfico

Además, el presidente electo planea imponer un arancel adicional del 10 % a todos los productos chinos hasta que el régimen comunista detenga la exportación de componentes químicos utilizados para fabricar fentanilo, una droga altamente letal. Este opioide, introducido a Estados Unidos desde México, es responsable de unas 70.000 muertes por sobredosis al año en el país, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Según publicó Trump en su perfil de Truth Social, «el 20 de enero, como una de mis muchas primeras órdenes ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para imponer un arancel del 25 % a TODOS los productos provenientes de México y Canadá, y a sus ridículas fronteras abiertas» porque «miles de personas están entrando a través de México y Canadá, trayendo crimen y drogas a niveles nunca antes vistos».

Sobre China, asegura que tuvo «muchas conversaciones sobre las enormes cantidades de drogas, en particular fentanilo, que están siendo enviadas a EE.UU., pero sin éxito». «Hasta que pongan fin a esto, cobraremos a China un arancel adicional del 10 %, además de los aranceles ya existentes, sobre todos los productos que exporten a EE.UU.», añadió.

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La mayoría de los aranceles impuestos a China durante la primera administración Trump siguen vigentes. Entre ellos destacan un impuesto del 25 % sobre 250.000 millones de dólares en varias gamas de productos y otro del 7,5 % sobre 120.000 millones, reducido desde su pico inicial del 15 %. Además, Biden añadió en 2024 un nuevo paquete de aranceles escalonados, de hasta el 100 %, sobre 18.000 millones en bienes como coches eléctricos, semiconductores y productos médicos.

Trump confirma así que los aranceles, impuestos aplicados a las importaciones y que en última instancia son asumidos por los consumidores de esos productos, serán una pieza clave de su política exterior. Ya en su primer mandato impuso aranceles a Europa, que posteriormente fueron eliminados tras un acuerdo alcanzado con la administración de Joe Biden, y a la aceituna española, sancionada bajo el argumento de competencia desleal en el mercado estadounidense.

En principio, México y Canadá podrían tomar medidas que no están al alcance de China o Europa. Los tres socios norteamericanos integran el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés), un tratado de libre comercio que entró en vigor el 1 de julio de 2020. Este acuerdo modernizó y fortaleció las relaciones comerciales entre los tres países, abarcando sectores como la agricultura, la automoción, los servicios y la propiedad intelectual.

En 2022, el comercio total de bienes y servicios entre Estados Unidos, México y Canadá alcanzó aproximadamente 1,8 billones de dólares, reflejando la importancia y magnitud de las relaciones comerciales que ahora se ven en entredicho. EE.UU. tiene déficit comercial con ambos países, con una diferencia de 208.000 millones con México y de 27.000 millones con Canadá.

Durante casi cuatro años de mandato demócrata, han entrado 10 millones de personas indocumentadas en un caos en el que el crimen organizado y el narcotráfico también ha penetrado en el país, según denuncian los gobernadores de estados fronterizos. Nuevas restricciones implementadas por la Casa Blanca han reducido el flujo de personas sin papeles: en octubre se detuvo a 56.300, una reducción de dos tercios respecto al mismo periodo del año anterior.

Por otra parte, la mayor parte del fentanilo que llega a EE.UU. es introducido de contrabando desde México. Las incautaciones fronterizas de esta droga aumentaron significativamente durante la presidencia de Biden. En el año fiscal 2024, las autoridades estadounidenses informaron de la confiscación de aproximadamente 12.000 kilogramos de fentanilo, en comparación con los 1.100 incautados en 2019, cuando Trump era presidente.

Ya en 2019, Trump amagó con penalizar a México por el aumento de la inmigración irregular. El entonces presidente anunció una serie de aranceles escalonados con el objetivo de presionar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que detuviera el paso de migrantes centroamericanos a través de su territorio. Trump declaró que impondría un arancel del 5 % a los productos mexicanos, incrementándolo en tramos del 5 % cada mes hasta que se resolviera el problema en la frontera. Ante la presión de grandes empresas con intereses en ambos países, desistió en el último momento.