Trump acaba con la pretensión de independencia de la Fiscalía: ordena perseguir «rápido» a rivales políticos

«No podemos retrasarlo más, está matando nuestra reputación y nuestra credibilidad», protestó el multimillonario neoyorquino en un mensaje en su red social sobre la falta de avances en los casos contra tres rivales políticos. Se trata de James Comey, el director del FBI al que despidió en su primer mandato; Letitia James, la fiscal general de Nueva York, que impulsó un caso contra él por sobrevaloración de activos en su compañía; y Adam Schiff, el senador demócrata que lideró investigaciones en su contra por su intento de dar la vuelta a los resultados de las elecciones de 2020, las que perdió contra Joe Biden, y que acabó en el asalto al Capitolio. «¡Hay que hacer justicia ya!», exigió en el cierre del mensaje, en el que se dirigió de forma directa a Bondi.

Después, en un encuentro con periodistas, insistió en que «solo quiero que la gente pase a la acción. Tienen que actuar. Y quiero que actuemos rápido».

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«Las represalias políticas y el uso de la justicia como arma ya las hacen sin esconderse», reaccionó Schiff en su red social. «Ya está todo al descubierto».

Las presiones a Bondi ocurren después de que Trump haya forzado la salida de Erik Siebert como fiscal jefe del distrito este de Virginia, donde el presidente esperaba que a James le cayera una imputación por fraude hipotecario. Pero Siebert, un fiscal de carrera y nombrado para ese cargo por el propio Trump este año, no encontró razones para imponer cargos.

Ahora, Trump ha dejado claro que quiere a alguien en la fiscalía con menos miramientos. Ha nominado a una de sus abogadas personales y asistente en la Casa Blanca, Lindsey Halligan, para liderar la fiscalía en ese distrito de Virginia. Trump calificó a Halligan, sin experiencia en el ministerio público, como alguien «dura, lista y leal». Como uno de sus grandes logros, celebró que «ha trabajado para mí durante mucho tiempo».