Trump da la Medalla de la Libertad póstuma a Charlie Kirk durante el homenaje del 11-S

«Charlie fue un gigante de su generación, un campeón de la libertad e inspiración para millones de personas», dijo Trump desde el escenario, flanqueado por camiones de bomberos y con una enorme bandera estadounidense colgada en la pared del edificio. Añadió: «Lo extrañamos profundamente. No tengo dudas de que su voz y el coraje que inculcó en incontables personas, especialmente en los jóvenes, vivirán para siempre».

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Javier Ansorena

Fue uno de los integrantes del célebre vuelo a Groenlandia que lideró el hijo del actual presidente, Donald Jr.

El presidente tomó la palabra después de las intervenciones del jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine, y del secretario de Guerra, Pete Hegseth. La ceremonia se desarrolla en el interior del Pentágono, con la banda de la Fuerza Aérea interpretando el himno nacional, mientras miembros del Departamento de Guerra observan desde las ventanas.

A la salida de la capilla del Pentágono, Trump se detuvo brevemente ante la prensa para hablar del asesinato. «No me lo puedo creer, Charlie… qué gran tipo era», dijo el presidente, antes de asegurar que hablaría con la familia «esta misma tarde». Añadió: «A un Charlie Kirk no se le reemplaza. Era único».

Sobre la investigación, afirmó que había sido informado de la búsqueda del asesino: «Tienen una caza y captura prácticamente total ahí fuera. Veremos qué pasa. Esperamos que lo atrapen».

El vicepresidente JD Vance, por su parte, viajó a Utah para acompañar a la familia de Kirk en lugar de acudir a los actos del 11-S en la zona cero de Nueva York.

Charlie Kirk, de 31 años, fue una de las figuras más influyentes de la nueva derecha estadounidense. Fundó en 2012 su organización dedicada a promover los valores conservadores entre estudiantes universitarios. Convirtió ese grupo en una poderosa plataforma política, muy cercana al trumpismo, con presencia en campus de todo el país y un fuerte eco en las redes sociales.

Kirk fue asesinado el miércoles tras recibir un disparo en el cuello durante una conferencia en la Universidad del Valle de Utah. El atacante, que disparó desde un edificio cercano, se dio a la fuga. La noticia de su muerte sacudió al movimiento conservador y generó un aluvión de mensajes de condolencia de dirigentes republicanos, incluido el propio Trump.

El acto de este miércoles forma parte de las celebraciones oficiales por el 11-S, del que se cumplen 24 años.

Trump decretó banderas a media asta en todos los edificios federales en señal de duelo por el asesinato de Kirk, al que el presidente presentó como «símbolo del sacrificio y del espíritu de resistencia de la nación».

El propio Trump sobrevivió en 2024 a un intento de asesinato. Se salvó porque la bala que le dispararon solo le rozó la oreja.