Trump intenta frenar el acuerdo bipartidista en el Senado sobre la frontera con México y las guerras de Ucrania e Israel

En los últimos días se ha producido un avance, con un acuerdo entre sectores demócratas y republicanos en el Senado, pero se ha encontrado con un obstáculo que será difícil de superar: la oposición de Donald Trump, candidato republicano a la presidencia, que sabe que Joe Biden, su rival el próximo noviembre, podría vender cualquier ley bipartidista aprobada en el Congreso como un éxito propio. En especial, al multimillonario neoyorquino le conviene que la inmigración se mantenga como asunto candente en la campaña.

El acuerdo de gasto ha sido negociado por el senador demócrata Chris Murphy, el republicano James Lankford, la independiente Kyrsten Sinema y altos cargos de la Casa Blanca, y cuenta con el visto bueno de los líderes de cada partido en la Cámara Alta, el demócrata Charles Schumer y el republicano Mitch O'Connell. Se trata de un paquete de 118.000 millones de dólares que incluye cambios legislativos en política migratoria, como el endurecimiento de los procesos para solicitud asilo -la forma en la que los inmigrantes se quedan de manera mayoritaria en territorio de EE.UU.- y financia la contratación de miles de nuevos agentes de frontera y autoridades migratorias, así como la ampliación de los centros de detención. El gasto en la frontera sería de 20.000 millones de dólares.

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Los fondos también incluyen 60.000 millones de dólares en asistencia a Ucrania -una causa cada vez más impopular en EE.UU.-, 14.000 para Israel, casi 5.000 para países de la región Asia-Pacífico -una prioridad en la contención de China- y 9.200 millones para ayuda humanitaria en todo el mundo, con especial impacto en Ucrania y en Gaza.

La propuesta tenía un recorrido muy difícil, después de que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, la califica de «muerta antes de nacer» (Johnson ha apostado por separar los capítulos de gasto y que unos no dependan de otros, lo que tampoco tendrá éxito en un Congreso polarizado). Y parece que pocos legisladores republicanos la apoyarán después de los ataques que le ha dedicado Trump.

«Solo un loco o una demócrata izquierdista radical votaría a favor de esta horrenda ley de frontera», escribió el lunes el expresidente en su red social. «Trata el horrible trabajo que los demócratas han hecho en inmigración y frontera, les absuelve y lo ponen sobre los hombros de los republicanos», añadió en una muestra evidente de que teme el efecto político del acuerdo.