Trump busca iniciar su programa de «deportación masiva» con redadas en Chicago

Los planes de las autoridades migratorias de Trump, revelados por varios medios estadounidenses, incluyen una operación para detener e iniciar el proceso de deportación en esa ciudad de Illinois, la tercera mayor urbe del país. Se emplearán entre cien y doscientos agentes, que se centrarán en la detención de inmigrantes con antecedentes criminales.

El equipo de transición de Trump ha asegurado que la prioridad en las deportaciones estará en inmigrantes con antecedentes, pero detallaron que será también en el caso de delitos menores, como infracciones de tráfico. Y, aunque no sea el objetivo de la operación, también serán detenidos los inmigrantes indocumentados sin antecedentes que se localicen durante las redadas.

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El objetivo de Trump es, ante todo, sentar el tono de la que será su política migratoria y advertir que combatirá las llamadas 'ciudades santuario', donde las autoridades locales han decidido no colaborar con el Gobierno para la detención y deportación de inmigrantes indocumentados.

Ese es el caso de Chicago, una ciudad paradigmática en la política migratoria, donde convive un número enorme de inmigrantes indocumentados y donde las autoridades locales, con su alcalde a la cabeza, el progresista Brandon Johnson, se han enzarzado en disputas con el equipo de Trump al respecto.

Durante la campaña, Trump mencionó en muchas ocasiones a Chicago como el ejemplo del desastre que provocan los demócratas: impuestos altos, inseguridad, inmigración desbocada o servicios ineficientes.

La operación está liderada por Tom Homan, que será el 'zar de frontera' de Trump en cuanto jure su cargo. Antiguo director interino de la Policía de inmigración y aduanas -ICE, por sus siglas en inglés, a la que la comunidad hispana denomina 'la migra'-, ya advirtió que Chicago estaba arriba en la lista de sus planes.

«Vamos a empezar aquí, en Chicago», dijo Homan desde la misma ciudad en un evento a finales de diciembre. «Y si el alcalde de Chicago no quiere ayudar, que se eche a un lado. Y si entorpece nuestro trabajo, si esconde o protege a extranjeros ilegales, emprenderé acciones contra él».

La idea es que otras 'ciudades santuario' -Nueva York, Los Ángeles, Denver- tomen nota y, sobre todo, meter miedo a aquellos que se planteen cruzar la frontera y contentar en la opinión pública a los votantes a los que ha prometido mano dura durante años.

Un asunto diferente es conseguir resultados que de verdad estén a la altura de sus promesas. Como ejemplo, y pese a sus proclamas de deportaciones, el año que más expulsiones consiguió Trump fue en 2019, con 267.000. Quedó muy lejos de su antecesor, Barack Obama, que deportó a más de 400.000 personas en un solo año.

La operación de Chicago tiene el riesgo de parecerse a una redada a gran escala que Trump anunció en 2019, en la que iba a detener a unos dos mil inmigrantes indocumentados con antecedentes, y los arrestos se limitaron a 35.