Trump ataca a sus rivales y advierte de que podría haber más violencia política

Trump apareció en una entrevista con Tucker Carlson, el presentador político más popular e influyente en la derecha de EE.UU., un aliado del expresidente en la opinión pública.

Era una venganza de ambos contra Fox News, que retransmitía el debate: durante años fue la 'cadena amiga' de Trump, pero la relación cayó en desgracia en el recuento electoral de 2020, cuando proyectó la victoria de Biden; y fue la casa durante muchas décadas de Carlson, que salió por la puerta de atrás la primavera pasada después de liderar los programas de comentario político.

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Trump no ha ocultado que no fue al debate porque no le interesa. Lidera con suficiencia las encuestas, con una diferencia de casi cuarenta puntos con el segundo, Ron DeSantis, y no tiene necesidad de exponerse a preguntas comprometidas de moderadores ni a ataques de rivales.

«¿Debería estar ahí una o dos horas y dejar que me acose gente que ni siquiera debería estar en la carrera a la presidencia?», se preguntó Trump de forma retórica. «¿Debo hacerlo en una cadena no es particularmente simpática conmigo?»

Le interesaba más una entrevista cómoda con Carlson. Allí pudo atacar a sus rivales más críticos, como el exgobernador de New Jersey, Chris Christie, al que calificó de «maníaco salvaje», o al exgobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, que tildó de «asqueroso».

Trump aprovechó para recuperar sus alegaciones -infundadas, según los tribunales y su propio Departamento de Justicia- de «robo electoral» en 2020 y alentó las continuas referencias de Carlson a una posible espiral de violencia política en EE.UU.

Preguntado por la posibilidad de que EE.UU. esté en riesgo de guerra civil, el expresidente no lo descartó: «Hay un nivel de pasión que nunca he visto. Y hay un nivel de odio que nunca he visto. Probablemente esa es una mal combinación».

También sobre violencia política, Trump aseguró que los medios no informaron bien sobre el asalto trágico y bochornoso del Capitolio por una turba de sus seguidores el 6 de enero de 2021, con la intención de evitar la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones. «La gente que estaba allí dijo que fue el día más bonito que habían vivido», defendió sobre una jornada negra en la historia de la democracia de EE.UU.. «Hubo amor y unidad. Nunca había visto ese espíritu, esa pasión y ese amor. Y tampoco nunca he visto, simultáneamente y de las misas personas, tanto odio por lo que habían hecho a nuestro país».