Trump se niega a declarar ante la fiscalía de Nueva York

Durante meses, Trump ha buscado evitar esta declaración judicial, pero ya no tuvo más resortes para evitar la testificación. En el interrogatorio, decidió invocar la Quinta Enmienda de la Constitución, que permite a los investigados guardar silencio para no autoincriminarse.

El caso, un procedimiento civil, tiene que ver con una trama de supervaloración de los activos de las empresas, algo por lo que Trump todavía no está acusado. La cita ha coincidido con la misma semana en la que el FBI registró su mansión en Palm Beach (Florida) por una investigación relacionada con la retención de documentos clasificados que debería haber entregado a los Archivos Nacionales, y mientras otros fiscales federales y estatales prosiguen sus pesquisas sobre su papel en el intento de dar la vuelta a los resultados electorales de 2020 y en el asalto al Capitolio de enero del año pasado.

Trump ha reconocido que en el pasado criticó a quienes lo hacían: "Si eres inocente, ¿por qué invocas la Quinta Enmienda?" Este lunes ha dicho que lo ha hecho porque él y su familia están sometidos a una "caza de brujas" y que “no tenía ninguna otra opción, porque la actual Administración y muchos fiscales de este país han traspasado todos los límites morales y éticos de la decencia”.

A la misma hora que había sido citado, Trump compartió una serie de vídeos en los que recopilaba declaraciones de James durante su campaña electoral para el cargo de fiscal general para demostrar que guarda una motivación política contra él. En ellos, James dice cosas como “nunca tendré miedo de desafiar a este presidente ilegítimo (en referencia a Trump)”, “vamos a ser un dolor de huevos para él” o “tenemos que asegurarnos que el hombre que ocupa en la actualidad el Despacho Oval rinde cuentas por todo lo que ha hecho”.

“Con el consejo de mi asesor legal y por todas esas razones, he declinado responder a preguntas bajo los derechos y privilegios que la Constitución de EE.UU. otorga a todos los ciudadanos”, añadió.

La declaración judicial, que hubiera sido extensa y después de meses de investigación de la fiscalía, era muy peligrosa para Trump: le colocaba bajo la amenaza de perjurio, ya que era un interrogatorio bajo juramento. Si se hubiera demostrado que mentía, habría cometido perjurio y hubiera sido procesado por ello.

Dos de los hijos de Trump, Ivanka y Donald Jr., que también participan de la compañía, sí se sometieron al interrogatorio de los fiscales durante los últimos días.