El Tribunal Superior de Bogotá ordena la libertad del expresidente Álvaro Uribe mientras apela su condenada por soborno y fraude

La decisión del Tribunal Superior se produjo después de que la defensa de Uribe presentara una tutela contra el fallo de la jueza Sandra Heredia. La sentencia inicial, emitida el 28 de julio, había sido criticada por los hijos del expresidente y otros dirigentes de su partido Centro Democrático, quienes denunciaron supuestas irregularidades. En el recurso, los abogados de Uribe argumentaron que se habían vulnerado sus derechos fundamentales a la dignidad humana, al debido proceso, a la presunción de inocencia y a la libertad.

El martes, el Tribunal decidió amparar «el derecho fundamental a la libertad individual» de Uribe. El fallo consideró que los criterios de la jueza Heredia para ordenar la privación de la libertad fueron «vagos, indeterminados e imprecisos» y que el expresidente puede enfrentar el proceso penal en libertad.

Además, la sentencia del Tribunal señaló que los recursos de apelación cuestionaban comentarios y decisiones de la jueza y del fiscal que «presuntamente develan que actuaron con parcialidad, abuso de funciones, irrespeto, defendiendo intereses políticos e ideológicos, y con animadversión hacia el ciudadano y expresidente procesado«. No obstante, aclaró que estos señalamientos deberán ser resueltos en una segunda instancia y no a través de esta tutela.

La jueza Heredia había sentenciado a Uribe, de 72 años, a 12 años de prisión, una multa superior a los 822.000 dólares y la inhabilitación para ejercer cargos públicos por ocho años. Esta sentencia, con fecha del 1 de agosto, marcaba un precedente histórico en Colombia, al condenar penalmente a un expresidente.

Esta no es la primera vez que Uribe enfrenta una detención por este caso. En agosto de 2020, la Corte Suprema de Justicia ordenó su captura y estuvo detenido por 66 días, lo que lo llevó a renunciar a su asiento en el Senado para asumir su defensa. Días después, el Tribunal Superior de Bogotá frenó esa decisión.

El caso se originó hace trece años cuando Uribe, fundador y líder del principal partido de derecha en Colombia, demandó ante la Corte Suprema de Justicia al congresista de izquierda Iván Cepeda por supuesta manipulación de testigos. Cepeda preparaba una denuncia contra Uribe por sus presuntos vínculos con grupos paramilitares. Sin embargo, la Corte decidió no investigar a Cepeda y, en cambio, abrió una investigación contra Uribe por manipular testigos para que no declararan en su contra.

Este martes, Cepeda reaccionó tras la decisión judicial del Tribunal Superior de Bogotá y expresó que respeta pero no comparte el fallo que ordenó la libertad inmediata del exmandatario. «Las víctimas en este proceso siempre hemos respetado y acatado las decisiones judiciales, por supuesto respetamos esta, mas no la compartimos», dijo el senador de izquierdas a periodistas.

«Tenemos la plena certeza de que el condenado expresidente viene realizando numerosas acciones de presión a la Justicia, campañas en contra nuestra, y creemos que la medida que impuso la jueza Heredia era de alguna manera una medida para protegernos de ese tipo de acciones», agregó.

El director de Centro Democrático, Gabriel Vallejo, calificó la decisión como «una gran noticia para el país» y para Uribe, quien «seguirá defendiéndose en libertad».

Por su parte, el expresidente Iván Duque defendió la inocencia de Uribe y su buen comportamiento durante el proceso, asegurando que «la defensa en libertad de Álvaro Uribe no aguantaba controversia alguna. Ha comparecido a todo el proceso, ha enfrentado todas las infamias e irregularidades con rigor y contundencia dejando clara su inocencia».

El senador republicano de Florida, Rick Scott, consideró la noticia como «buena» y señaló que «esta victoria es solo el comienzo». En su cuenta de X, escribió que «Uribe siempre ha sido una fuerte voz por la libertad en Colombia y América Latina. Este fallo judicial es una victoria para la democracia y un paso hacia la restauración del estado de derecho en Colombia».

La congresista María Elvira Salazar, representante por Florida, afirmó que la liberación de Uribe deja «cada vez más solo» al actual presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuyo partido ha acusado a Salazar y a otros congresistas de «acciones injerencistas» contra su gobierno.