Tercera noche de choques violentos en Francia por la reforma de las pensiones

A media tarde, en el corazón de París, una pequeña manifestación de extrema derecha, con disidentes de Marine Le Pen y Éric Zemmour, organizó un estrepitoso «baile popular» en el que se coreaba:«¡Derroquemos al gobierno!«.

Prohibidas las manifestaciones en la parisina Plaza de la Concordia, donde fue guillotinado Luis XVI, durante la Revolución de 1789 /93, otra manifestación comenzó a radicalizarse a la caída de la tarde en la Plaza d'Italie, en la frontera de Chinatown-sur-Seine, con muchas pancartas que decían: «Marzo 23 es el nuevo mayo 68».

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Desde la media tarde del sábado, la Plaza de la Concordia estuvo rodeada de varios centenares de camionetas anti disturbios, prestas a intervenir, si se producían incidentes.

Poco después de las ocho de la tarde, las tensiones a botellazos y gases lacrimógenos comenzaron a multiplicarse en la manifestación de la Plaza d'Italie. La quema de montañas de basura, el uso de fumígenos y gases lacrimógenos comenzó a dar a esa manifestación un tono imprevisible, con sucesivos estallidos de violencias.

Horas antes, a media tarde, la huelga en las refinerías comenzó a endurecerse, con nuevos cierres y riesgos de penuria de carburantes en algunas regiones.

En Marsella y Burdeos, dos grandes ciudades, altamente simbólicas, también se sucedieron incidentes muy semejantes a los de la manifestación parisina.