Un teniente de la Stasi responde 50 años después por el asesinato de un polaco en el Muro de Berlín

El día 29 de marzo, el obrero de la construcción polaco Czesław Kukuczka ingresó en la embajada de Polonia en Berlín oriental y exigió al coronel Maksymilian Karnowski que se le proporcionasen los documentos necesarios para cruzar a Berlín Occidental. Quería viajar a Estados Unidos para instalarse allí junto a sus tías, con residencia en Florida. En caso contario, amenazó con hacer detonar una bomba que llevaba consigo y que, según sospechó desde el primer momento el personal de seguridad de la embajada, era inexistente.

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Kukuczka salió de la embajada polaca a las 14:40 horas con los documentos en regla y fue transportado a la estación en un automóvil perteneciente a la Stasi, la policía secreta de la Alemania Oriental. Una vez en la estación fue al baño y después se dirigió al control de seguridad fronteriza, pero antes de llegar recibió un disparo en la espalda desde una distancia de dos metros por parte de un civil que vestía un abrigo oscuro y gafas de sol polarizadas.

Todavía vivo, fue trasladado en ambulancia,pero mientras que la mayoría de los heridos tratando de cruzar el Muro de Berlín eran trasladados al cercano Hospital de la Policía Popular, la ambulancia se dirigió en esa ocasión a la enfermería de la prisión de la Stasi en el antiguo campo de concentración nazi de Hohenschönhausen, a 10 kilómetros de distancia. A las 18:30, Kukuczka murió desangrado sobre una mesa de enfermería a causa de numerosas heridas internas causadas por la herida de bala. El tirador, un empleado de la Stasi que ahora tiene 80 años, comparece hoy porprimera vez ante un tribunal. Sus familiares no conocieron estos hechos hasta después de la caída del Muro de Berlín.

La identidad del asesino no ha sido dada a conocer, pero se sabe que se trata de un ex teniente, que pertenecía a un grupo operativo del Ministerio de Seguridad del Estado y que disparó contra el polaco por órdenes de us superiores. Después de caer el Muro, el Tribunal Regional de Berlín hizo historia con los juicios de los asesinatos en la frontera interior de Alemania, aunque juzgó los actos de los policías fronterizos como delitos de «asesinato involuntario». Más de 130 personas han sido condenadas por ese cargo, desde simples tiradores desde las torres de vigilancia del Muro hasta representantes de alto rango de la política y el ejército.

No fue hasta 2023 cuando la fiscalía de Berlín vio la oportunidad de llevar este caso concreto ante los tribunales. Según su portavoz, Sebastian Büchner, hasta 2016 no hubo una pista decisiva hallada en el archivo de registros de la Stasi. Si bien inicialmente se asumió que se trataba de otro homicidio involuntario, la la fiscalía considera ahora cumplidos los criterios del delito de «homicidio con alevosía», por lo que el juicio podría terminar con una sentencia histórica.

«Este es el primer caso en el que un ex empleado de los órganos estatales de la RDA ha sido acusado de asesinato por un acto de violencia en la frontera», explica el historiador Gerhard Solder, jefe del departamento de investigación y documentación de la Fundación del Muro de Berlín. Debido a la «importancia histórica excepcional» para la República Federal de Alemania, el nuevo juicio será grabado,ha explicado la portavoz del tribunal, Lisa Jani. «De acuerdo con la ley, las grabaciones sonoras se pondrán a disposición exclusivamente de los Archivos Estatales, según permite la ley desde 2018», ha avanzado.

Según la acusación, el 29 de marzo de 1974, el ex empleado de la Stasi mató a la víctima de 38 años «con un disparo certero en la espalda desde un escondite y a muy poca distancia». Los documentos que serán presentados como evidencia de su culpabilidad prueban que tenía la orden de «hacer inofensivo» al polaco. La Stasi habría dado primeramente orden a la embajada polaca de proporcionarle los documentos de salida correspondientes y que los empleados del Ministerio lo acompañasen hasta el cruce en la estación de Friedrichstraße. También habría dado órdenes de que fuese eliminado en la frontera.

La historia de Czesław Kukuczka, un caso sin resolver, había caído en el olvido hasta que los datos fueron recopilados en un proyecto conjunto del Centro Leibniz de Historia Contemporánea de Potsdam, la Agencia Federal de Educación Cívica, Deutschlandradio y la Fundación del Muro de Berlín. Los hijos de Kukuczka aparecen como demandantes conjuntos en el proceso, pero no acudirán al juicio, según ha informado su abogado, Hans-Jürgen Förster.

Para Förster, el hecho de que el caso llegue ahora a los tribunales, después de 50 años demuestra que «no se trata de un hecho abstracto y no basta que prescriba: no importa cuánto tiempo haya pasado desde que ocurrió un asesinato, los perpetradores siempre tienen que contar con la persecución». La acusación considera evidente que el crimen se «basó en una operación de inteligencia del MfS y que el acusado era el último eslabón de una cadena de mando», por lo que no se descarta ampliar la investigación a otros ex empleados de la Stasi que fueron premiados en relación con el asesinato.

Aportará como prueba una orden firmada por el entonces ministro Erich Mielke y ha solicitado al tribunal que escuche a varios testigos, entre los que figuran dos entonces escolares que presenciaron el asesinato a muy pocos metros y que pueden reconocer al asesino. El tribunal ha programado un total de siete días de audiencias, hasta el 23 de mayo. El acusado aún no se ha pronunciado sobre las acusaciones.