Susie Wiles, una dama de hielo contra el caos y el drama en la Casa Blanca

Con una dirección firme y una mano disciplinada, Wiles ha logrado imponer orden sin sofocar la esencia combativa de Trump, convirtiéndose en el engranaje que mantiene su maquinaria política en marcha, sin de momento descarrilar.

Trump le ha otorgado todo el poder. Wiles decide quién entra y quién sale, cómo se anuncian los nombramientos y quién tendrá acceso al Despacho Oval, un control que ninguno de sus predecesores, todos hombres –incluido un general–, logró imponer en su relación con el expresidente. En una reciente entrevista concedida a Axios, Wiles dejó clara su postura: «No toleraremos a quienes quieran trabajar solos o ser estrellas. Mi equipo y yo no permitiremos intrigas, conspiraciones ni dramas. Estas actitudes son contraproducentes para nuestra misión».

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Con esta mano firme, esta mujer de 67 años, de baja estatura, cabellera alba, siempre con gafas de sol y un gusto marcado por las camisas de Versace (al fin y al cabo vive en Florida), ha cimentado su lugar como la pieza clave que impone orden en el caótico universo Trump. Su presencia contrasta por completo con las esbeltas y alargadas rubias que suelen poblar el círculo del expresidente, allá por donde ha pasado.

Wiles es la primera mujer en ocupar el cargo de jefa de gabinete de la Casa Blanca, uno de los más poderosos de la nación. Ha tenido sus más y sus menos con Trump. Fue despedida en 2019 de la campaña del presidente en Florida a petición del gobernador de ese estado, Ron DeSantis, por unas desavenencias que habían tenido. DeSantis acabó disuptandole las primarias a Trump, y aquello hizo que rescatara a Wiles.

Hasta ahora, Wiles ha supervisado la contratación de más de 1.500 personas, quienes conforman la columna vertebral del nuevo trumpismo. Su estrategia ha sido clara: la cantera ya no está en el viejo Partido Republicano ni en los habituales conocidos que llegan recomendados por terceros. Cada incorporación ha pasado por extensas entrevistas y deliberaciones internas, en un esfuerzo por construir un equipo más sólido y alineado con la visión de la nueva administración.

En ocasiones contadas, Trump ha optado por actuar según su intuición, ignorando los filtros de Wiles. El ejemplo más sonado ha sido el nombramiento de Pete Hegseth, presentador de Fox News como secretario de Defensa, una decisión que ahora se enfrenta a graves problemas en el Senado debido al historial de alcoholismo y otros escándalos del candidato. Wiles ha hecho saber que el ínclito candidato no era su primera opción. Aun así, se ha propuesto que lo aprueben, y todo apunta a que lo logrará.

Wiles es selectiva al contradecir a Trump, reservando sus intervenciones para momentos clave en los que considera que su opinión tendrá mayor impacto. En lugar de confrontarle directamente, utiliza frases como «eso no fue útil» o «vamos a trabajar para mejorar eso», suavizando el mensaje sin diluir la crítica.