Los 'seis de Trump', los conspiradores clave en la trama contra la victoria de Biden
El expresidente exige que el «Tribuna Supremo interceda» en sus causas judiciales, que irán a la par de la campaña electoral de 2024
Trump se declara no culpable de los cargos por conspiración electoral: «Es una persecución»
Corresponsal en Nueva York
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Iniciar sesiónOcurre con Donald Trump que tiene la capacidad insuperable de captar toda la atención, de absorber todo el oxígeno, en cualquier situación en la que tenga presencia. Él es el foco indudable de la investigación sobre la campaña contra los resultados tras su derrota ... electoral en 2020 ante Joe Biden y que ha acabado con una nueva imputación esta semana.
Pero, desde que se conocieron los cargos el pasado martes, uno de los elementos más relevantes del escrito de imputación es que a Trump la fiscalía le acusa de participar en una conspiración para revertir la decisión de las urnas. Eso implica que otras personas participaron en la conspiración en aquellas semanas turbulentas de finales de 2020 y principios de 2021, en las que Trump y sus aliados denunciaban -contra la opinión de los tribunales y de su propio Departamento de Justicia- la existencia de un «robo electoral masivo», urdían planes para evitar la certificación de Biden como presidente y presionaban a autoridades de todos los niveles para llevarlos a cabo.
Trump lleva gastados más de 21 millones de dólares en causas legales y está vaciando las arcas de su campaña
S. I.Este desvío de fondos ha impedido que el dinero se haya destinado a publicidad televisiva, mítines o viajes para dar mítines
Trump, sin embargo, se presentó solo este jueves en los juzgados federales de Washington para que le leyeran los cargos. Es el único imputado, a pesar de que el escrito de imputación describe a otros seis «co conspiradores», de los que no da el nombre.
Los asesores de la estrategia de Trump
Rudy Giuliani
El exalcalde de Nueva York es pieza central de la trama: abogado de Trump en aquellos meses y muñidor principal de la campaña para dar la vuelta a las elecciones de 2020.
John Eastman
Abogado texano cercano a Trump en aquellas semanas. Redactó el informe que esbozaba el plan para que el vicepresidente, Mike Pence, evitara la certificación de Biden como ganador.
Sidney Powell
Formaba parte del equipo legal que montó Giuliani para revertir el resultado. Trump reconoció que las ideas de esta abogada para conseguirlo parecían «una locura».
Jeffrey Clark
Uno de los pocos altos cargos del Departamento de Justicia que se subió al carro del fraude electoral de Trump. El entonces presidente quiso nombrarle fiscal general interino.
Kenneth Chesebro
Este abogado agitó los movimientos para nombrar electores -los delegados que eligen al presidente- alternos en los estados clave para descarrilar la victoria de Biden.
Boris Epshteyn
El escrito de imputación, que no nombra a los conspiradores, no deja muy claro quién es la sexta persona. Según 'The New York Times', es Boris Epshteyn, abogado y asesor de Trump.
La identidad de casi todos ellos, sin embargo, es conocida. El primero es Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York, abogado personal de Trump en aquella época y cara visible de la campaña contra los resultados. También están los abogados John Eastman, Sidney Powell y Kenneth Chesebro, cada uno responsable de alumbrar planes -anticonstitucionales, a todas luces- para evitar la certificación de Biden. Y Jeffrey Clark, uno de los pocos altos cargos del Departamento de Justicia que se subieran al tren del fraude masivo que clamaba Trump. El entonces presidente le quiso nombrar fiscal general interino para facilitar sus planes, pero no lo hizo ante la amenaza de la plana mayor de su Departamento de Justicia de dimitir en bloque si daba ese paso. El sexto hombre no está claro, pero según 'The New York Times' es Boris Epshteyn, abogado y asesor estratégico de Trump, muy cercano al presidente en aquellas semanas.
Todo apunta a que la no imposición de cargos al resto de protagonistas de la trama es una decisión estratégica de Jack Smith, el fiscal especial que ha liderado las dos investigaciones a nivel federal -ha habido una tercera, a nivel estatal, en Nueva York- que hasta el momento han acabado con imputaciones: la de esta semana y la que acabó en junio sobre la retención de cientos documentos clasificados que Trump se llevó de la Casa Blanca.
Cooperar con la investigación
Es evidente que la pieza de caza mayor que busca Smith es el expresidente. Y que busca que responda ante la justicia lo antes posible. Al menos, antes de que se celebren las presidenciales dell año que viene, en las que Trump concurre como favorito indiscutible en el partido republicano para ser elegido candidato y en empate técnico en las encuestas, pese a sus cuitas judiciales, con Biden, que busca la reelección.
Imponer cargos al resto de conspiradores hubiera enmarañado la causa. Las mociones de las defensas sobre utilización de pruebas o imparcialidad procesal se hubieran multiplicado. Los abogados de Trump buscan retrasar el proceso al máximo y esto hubiera sido una gran ayuda.
Pero hay otro elemento que interesa a Smith: la posibilidad de que alguno de los seis den la espalda a Trump y cooperen con la investigación. Esta es una estrategia convencional en la fiscalía, con la diferencia de que suele ocurrir con los cargos ya presentados contra esos posibles cooperadores con la justicia. El mensaje que parece enviar Smith es: tenéis la posibilidad de libraros de la imputación si cooperáis con la investigación.
Tres jueces del Supremo
Es una invitación a seguir el camino que podría haber tomado Mark Meadows, jefe de Gabinete de Trump en la recta final de su presidencia. Pese a que Meadows estuvo pegado al presidente en toda esa campaña contra los resultados, no aparece entre los conspiradores. Se sabe que ha entregado información a los investigadores, pero no su nivel de cooperación.
De momento, es difícil pensar que cualquiera de los 'seis de Trump' le traicione. Algunos, como Eastman, han dejado claro desde el primer momento que en ningún caso lo harán y que combatirá cualquier imputación. Pero habrá que ver si una eventual interposición de cargos afecta a las lealtades.
Eso no parece preocupar de momento a Trump, que ayer, en plena resaca de su lectura de cargos, seguía centrado en calificar las causas que le asedian como «interferencia electoral» de Biden y su Administración contra un rival político. «El Tribunal Supremo debe interceder», clamó en un mensaje en su red social, Truth Social.
Trump tuvo la oportunidad de nombrar a tres jueces del Supremo en sus cuatro años de mandato, y lo aprovechó, como había prometido en campaña, para reforzar su mayoría conservadora. No está claro qué papel pueden tener los jueces en este momento en las causas de Trump, más allá de que una hipotética condena sea recurrida y revisada por el tribunal. Para eso quedan todavía muchos meses de agitación política.
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