«Seguiremos siendo nicaragüenses»: llegan a EE.UU. los presos políticos
Reciben residencia temporal por dos años en los que pueden solicitar asilo
De derecha a izquierda Juan Lorenzo Hollmann, director de La Prensa; Pedro Joaquín Chamorro Barrios, miembro del partido Ciudadanos por la Libertad; Y Cristiana Chamorro Barrios, precandidata presidencial, en el avión que los traslada desde Nicaragua a EE.UU.
A su aterrizaje en la capital de Estados Unidos, un grupo de presos políticos nicaragüenses fue recibido al grito de «sí se pudo» por compatriotas que llevan años oponiéndose a la dictadura de Daniel Ortega desde el exilio. El jefe diplomático de EE.UU., ... Antony Blinken, les dio la bienvenida en redes sociales, denunciando su detención «injusta» por el mero hecho de «ejercer sus libertades fundamentales».
El jueves, el régimen de Ortegasorprendió a la comunidad internacional liberando a 222 activistas presos. La Casa Blanca reveló después en una comunicación oficial al Capitolio que había facilitado que dejaran su país con rumbo a EE.UU., donde han recibido entrada y residencia temporal por espacio inicial de dos años. El régimen de Ortega les ha retirado la nacionalidad.
Una fuente diplomática de EE.UU. dijo a ABC este jueves que nos hubo negociación de la Casa Blanca con el régimen de Ortega, que la medida fue unilateral y que simplemente Managua anunció la salida de los presos políticos a Washington. Esa fuente atribuye la decisión a las sanciones que se han ido aplicando desde la presidencia de Donald Trump, mantenidas por Biden.
El aeropuerto internacional de Dulles, que presta servicio a Washington, se llenó en su zona de llegadas de las banderas blancas y azules de Nicaragua. Los activistas, muchos de ellos veteranos en las protestas contra la dictadura ante la Organización de los Estados Americanos y la Casa Blanca, entonaban el himno de su país.
Los presos políticos ya liberados describieron la jornada como «surreal» y «una sorpresa». Juan Sebastián Chamorro, candidato presidencial capturado en 2021, dijo a un grupo de medios a su llegada: «Somos y seguiremos siendo nicaragüenses, y eso no nos lo van a quitar».
Chamorro contó su periplo: «Vinieron a la celda, nos cambiaron de ropa y todo de una manera lenta, a la madrugada, algo que nunca había ocurrido y después, fuimos colocados en una celda con 25 compañeros, algo que nunca había ocurrido y después nos montaron en un bus, y cruzamos Managua hasta llegar al aeropuerto». A Chamorro lo recibieron en EE.UU. su mujer y su hija, a las que no veía en un año y ocho meses. «Ha sido como un sueño», añadió.
En noviembre de 2021, Ortega se hizo reelegir tras haber reprimido a la inmensa mayoría de los opositores y la sociedad civil. Según la organización Human Rights Watch, las autoridades nicaragüenses han clausurado más de 2000 organizaciones no gubernamentales solo en 2022, incluidas sociedades de mujeres, religiosas, de asistencia internacional y médicas.
También habló a la prensa Félix Madariaga, candidato presidencial. «Es una situación que no le deseo a nadie, pues por tener aspiraciones fuimos encerrados y privados de libertad», explicó. Madariaga contó que le obligaron a firmar un documento en el que daba fe de que salía del país voluntariamente, algo falso y realizado bajo coacciones. Dijo, además, que el momento era «agridulce», por haber tenido que dejar Nicaragua, pero poder ver finalmente a su familia, exiliada.
Los 220 presos llegaron en vuelo comercial de Nicaragua, tras una orden del Tribunal de Apelaciones de Managua, que opera al dictado del régimen de Ortega. El magistrado Octavio Rothschuh Andino les atribuía delitos de que «menoscaban la independencia, la soberanía, la autodeterminación del pueblo; por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica».
Según replicó Blinken, el secretario de Estado norteamericano, «la liberación de estos individuos, uno de los cuales es ciudadano estadounidense, por parte del gobierno de Nicaragua marca un paso constructivo para abordar los abusos de los derechos humanos en el país y abre la puerta a un mayor diálogo entre EE.UU. y Nicaragua en relación con asuntos relevantes».