Rutte urge a la OTAN a prepararse para una posible guerra con Rusia en cinco años
El secretario general de la Alianza Atlántica insiste en el aumento del gasto en defensa para que sea «más fuerte, más rápida, más letal»
Rutte desoye a España y propone que los países de la OTAN destinen un 5% del PIB al gasto en defensa

La OTAN debe prepararse para una posible confrontación militar con Rusia en los próximos cinco años, declaró este lunes el jefe de la Alianza durante un discurso en Chatham House, Reino Unido. «Rusia podría estar lista para enfrentarse a las fuerzas de la OTAN en ... cinco años», advirtió el secretario general Mark Rutte, describiendo al país como una creciente «máquina de guerra» respaldada por China, Corea del Norte e Irán. Instó a la OTAN a ser «más fuerte, más rápida y más letal», enfatizando que «la esperanza no es una estrategia».
El jefe de la Alianza señaló los avances en la tecnología militar rusa, incluyendo una nueva generación de misiles hipersónicos que pueden viajar a velocidades mucho mayores que la del sonido. Al pedir un cambio significativo en la política de defensa, afirmó que la alianza debe ir más allá del compromiso de gasto del 2% del PIB. «Necesitamos saber qué gastar y cómo gastarlo», añadió.
Estimaciones del servicio de inteligencia estonio alertó hace unos meses de la posibilidad de un conflicto militar entre la OTAN y Rusia en diez años, un plazo que ahora Rutte reduciría a la mitad.
Unas horas antes, también en Londres, el secretario general de la OTAN aseguró que la organización necesita «un salto adelante» en materia de potencia militar para disuadir y repeler a los potenciales enemigos de forma creíble, aseguró el ex primer ministro neerlandés. La lista de materiales y tecnologías necesarias para lograr este objetivo se aprobó la semana pasada, aunque es un documento ultrasecreto, ya que la OTAN no quiere que Rusia o China pueda tener ese conocimiento exacto sobre sus actuales debilidades y los planes para mitigarlas.
Más defensa antiaérea
Sin embargo, Rutte explicó que a su juicio «es un hecho que el peligro no desaparecerá, ni siquiera con el fin de la guerra en Ucrania» y que para garantizarla seguridad de los aliados, la organización militar necesita un «aumento del 400% en su capacidad de defensa aérea y antimisiles». También se necesitan muchos más vehículos blindados, tanques y munición de artillería, así como duplicar las «capacidades de apoyo logístico», como el suministro, el transporte y el apoyo médico. La OTAN también debe contar con un millón de proyectiles de artillería adicionales. Naturalmente, todos estos materiales cuestan dinero, lo que justifica la propuesta de Rutte para que todos los miembros de la OTAN dediquen el 5% del PIB a reforzarse, la mayor parte (3,5%) para gastos puramente militares y el 1,5% restante para inversiones relacionadas con la defensa.
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