Scholz ya tiene sucesor para el ministerio de Defensa: Boris Pistorius, y viene de la política regional

El punto de inflexión que Scholz proclamó días después del inicio de la invasión, dotado con un presupuesto extraordinario de 100.000 millones de euros, no ha sido todavía implementado. Pistorius deberá diseñar un plan de reformas severas y a largo plazo, de manera que resista fácilmente entre 12 y 15 años de aplicación, necesarios para revertir al menos tres décadas de total desinterés político y sucesivos recortes.

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Rosalía Sánchez

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Hoy por hoy, Alemania no tiene capacidad militar para defenderse. Para que el ejército vuelva a estar en forma a largo plazo y para apoyar a Ucrania, el nuevo ministro de Defensa deberá comenzar a trabajar en muchas áreas al mismo tiempo: establecer un presupuesto de transformación urgente, convencer al Bundestag para una reestructuración a largo plazo, una estrategia de adquisición y armamento en la que estén implicados los ministerios de finanzas, Economía y Exteriores y lograr un cambio social y de percepción del ejército por parte del pueblo alemán.

Y, a corto plazo, sus retos no son menores: tendrá que dirimir, en medio de una gran presión de socios europeos, sobre el envío de tanques Leopard 2 de fabricación alemana a ucrania, tomar una decisión tanto sobre el envío de carros de combate por parte alemana como sobre el permiso que Alemania debe conceder para el traslado a terceros de tanques de fabricación patria.

Polonia y Finlandia ya han dado muestras de su voluntad de traspasar carros de combate que compraron a fabricantes alemanes y hasta ahora el gobierno de Berlín se ha negado a dar la luz verde que consta como requisito en las cláusulas de ese contrato de compraventa. Deberá afrontar además retos inéditos, como los planes bélicos de Putin para esta próxima primavera, que la OTAN sospecha que comprometerán especialmente a Europa.