Scholz acusa a Irán de estar tras la masacre perpetrada por Hamás y anuncia el envío de armas a Israel

«Nuestra solidaridad no se limita a las palabras», añadió. «He pedido a Netanyahu que se mantenga en estrecho contacto y que nos informe de cualquier necesidad de apoyo». Al final de la sesión parlamentaria, Exteriores anunciaba que la ministra Annalena Baerbock viajará mañana a Israel como portadora de la solidaridad alemana y para analizar la situación sobre el terreno.

El Ministerio de Defensa emitía un comunicado informando sobre el envío inmediato de drones, municiones para barcos y extensos equipos médicos en dirección a Tel Aviv. «Israel se ha puesto en contacto con el Gobierno federal con una solicitud de apoyo para el uso de hasta dos drones Heron TP», afirmó el ministro Boris Pistorius. «También hay solicitudes iniciales de municiones para los barcos», así como de «suministros médicos extensos, chalecos antibalas y donaciones de sangre» que Alemania atenderá.

Berlín se posicionaba así de cara a lo que «será una guerra larga y difícil», apuntando además a Irán, país al que Scholz acusó de estar detrás del ataque a Israel. «Hasta ahora no tenemos pruebas sólidas de que Irán haya apoyado concreta y operativamente este cobarde ataque», dijo, pero «todos nosotros lo tenemos claro: sin el apoyo iraní de los últimos años, Hamás no habría podido llevar a cabo estos ataques sin precedentes en territorio israelí».

Sin citarla expresamente, Scholz se refirió a la red palestina Samidoun, que celebró el sangriento ataque terrorista el pasado sábado distribuyendo dulces en la calle Sonnenallee de Berlín-Neukölln. «Es inhumano. Contradice todos los valores con los que estamos comprometidos como país», se indignó el canciller alemán. «No aceptamos el odio ni la agitación, no toleramos el antisemitismo. Tolerancia cero con los antisemitas. Quien glorifique los crímenes de Hamás o utilice sus símbolos puede ser perseguido en Alemania. Cualquiera que apruebe el asesinato o incite a cometerlo está cometiendo un delito penal. Cualquiera que queme banderas israelíes está cometiendo un delito penal. Cualquiera que apoye a una organización terrorista como Hamás está cometiendo un delito penal».

Levantó el aplauso unánime de la cámara. El embajador israelí, Ron Prosor, desde la tribuna oficial, asentía con la cabeza. Scholz advirtió que las autoridades alemanas irán contra los responsables con todos los medios del estado de derecho. «Estos medios incluyen expresamente la prohibición de asociaciones y actividades», justificó. «Nuestra ley de asociaciones es una espada afilada y la desenvainaremos como Estado constitucional fuerte». Fuentes del Ministerio de Interior no descartan próximas redadas y detenciones.

La oposición le afeó que acto seguido recibiese en la Cancillería al jeque Tamim bin Hamad al-Thani, el emir de Qatar, cuya aportación al terrorismo de Hamás se estima en miles de millones. Alemania compra a Qatar gas natural licuado y el emirato es uno de los principales inversores en Deutsche Bank y Volkswagen.

Scholz explicó que, además de cuestiones energéticas y económicas, trataría la liberación de los rehenes de las manos de Hamás, en la que Qatar podría asumir un papel mediador. «Los líderes de Hamás están en Doha», le reprochó el conservador Armin Laschet en el posterior debate. Scholz respondió que el país «desempeña un papel importante como intermediario, del que actualmente nos estamos aprovechando». Hamad al-Thani habló ayer con el presidente turco Erdogan y con el jefe de Estado egipcio, Al-Sisi, que tiene canales de comunicación con Gaza. Según Scholz, sería «irresponsable» no recibirlo.