Salvini, a la espera de recibir el veredicto del juicio por bloquear el rescate de inmigrantes en el mar

Salvini, cuyo partido la Liga es actualmente socio en la coalición de la primera ministra Giorgia Meloni, se negó a dejar que el barco desembarcara a los inmigrantes que había rescatado en el Mediterráneo.

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El enfrentamiento duró casi tres semanas y fue noticia mundial, con otras naciones de la UE ofreciéndose a acoger a los inmigrantes, grupos humanitarios interviniendo e incluso el actor de Hollywood Richard Gere visitando el barco en solidaridad. Al final, se permitió a los inmigrantes desembarcar en la isla italiana de Lampedusa tras una orden judicial.

Salvini, que comparecerá ante el tribunal en la capital siciliana, Palermo, para escuchar el veredicto, ha calificado el juicio de «locura» y ha afirmado que tiene motivaciones políticas. «Iré a Palermo con la cabeza bien alta, sin miedo, porque defender las fronteras es un deber, no un delito», escribió Salvini en X el jueves.

Meloni, cuyo gobierno de extrema derecha también ha atacado a los barcos de rescate de caridad en sus intentos de detener la llegada de inmigrantes a las costas italianas, ha apoyado firmemente a Salvini.

En septiembre, después de que los fiscales solicitaran una pena de seis años de prisión, el primer ministro dijo que era «increíble» que Salvini se arriesgara a ir a la cárcel «por hacer su trabajo defendiendo las fronteras de la nación».

Los políticos nacionalistas de toda Europa también han prestado su apoyo, desde la francesa Marine Le Pen hasta el húngaro Viktor Orbán. El jueves, Orbán tuiteó «justicia para Salvini» junto a una foto de él y otras personas sosteniendo camisetas con la cara de Salvini en un cartel de «Se busca».

El multimillonario magnate tecnológico Elon Musk, que ha criticado a los jueces de Italia en el pasado, también ofreció su apoyo a Salvini. «¡Es una locura que Salvini esté siendo juzgado por defender a Italia!», publicó el hombre más rico del mundo en la plataforma social X de la que es propietario.

Incluso si se lo encuentra culpable, no hay perspectivas de una pena de prisión inmediata, ya que Salvini tendría derecho a apelar. Pero Oscar Camps, fundador de la ONG española Open Arms, que opera el barco de rescate homónimo, dijo que mucho depende del veredicto.

«Esperamos justicia, incluso si nos damos cuenta de que hay una presión internacional significativa a favor (de Salvini)», ha dicho. En Italia, «es la primera vez que se juzga a un ministro en ejercicio. Es una sentencia que podría hacer historia y crear un precedente», ha añadido. «Esperamos que el juez resista la presión y sea justo».

Salvini, un político franco conocido por su política de «los italianos primero», ha utilizado repetidamente los ataques contra la inmigración ilegal para aumentar su capital político.

En 2019, al servicio de un gobierno de coalición liderado por Giuseppe Conte, implementó una política de «puertos cerrados» bajo la cual Italia negó la entrada a los barcos de caridad que rescataban a los migrantes que realizaban la travesía marítima a menudo mortal desde el norte de África.

Salvini afirmó que estaba protegiendo a Italia con su ley de seguridad, presentándola como una medida dura contra los traficantes que organizan los barcos a menudo abarrotados. Dijo esta semana que si es condenado, los traficantes lo celebrarán.

Los miembros de Open Arms testificaron que el bienestar físico y mental de los migrantes a bordo del barco había llegado a un punto crítico, con condiciones sanitarias terribles que incluían un brote de sarna. Pero Salvini testificó que había entendido que «la situación no estaba en peligro» a bordo del barco. También ha insistido en que todo el Gobierno de Conte estaba detrás de la política migratoria, y que no fue solo su decisión.

Conte, líder del Movimiento Cinco Estrellas, que se opone al 'establishment', testificó anteriormente que intentó «ejercer persuasión moral» con Salvini, diciendo que consideraba que «la decisión de mantenerlos a bordo no tenía base legal».

El veredicto, más de tres años después de que se iniciara el juicio en octubre de 2021, llega mientras el Gobierno de Meloni enfrenta desafíos judiciales a su propia política migratoria.

La primera ministra, líder del partido de extrema derecha Hermanos de Italia, ha criticado a los jueces que han fallado en contra de sus intentos de acelerar las solicitudes de asilo, incluso en dos nuevos centros administrados por Italia en Albania.

Su Gobierno también ha limitado las actividades de los barcos de rescate de caridad como el Open Arms, acusándolos de alentar la migración, algo que los observadores dicen que no está probado.

Salvini fue absuelto de ser juzgado después de que en 2020 el Senado italiano votara a favor de despojarlo de su inmunidad parlamentaria. Un juicio similar, en el que se le acusó de negarse a permitir que 116 inmigrantes desembarcaran del barco de la guardia costera italiana Gregoretti en julio de 2019, fue desestimado por un tribunal de Catania en 2021.