El presidente de la cámara baja del Parlamento, la Duma estatal, Viacheslav Volodin, estrecho aliado del presidente Vladimir Putin, calificó el nuevo proyecto de ley como «la ley sinvergüenza».
La medida ha generado comparaciones con la caza de brujas de la década de 1930 bajo el dictador soviético Josef Stalin con su retórica de «enemigo del Estado», y podría afectar a miles de rusos que se han pronunciado contra la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
Criticar lo que Moscú llama su «operación militar especial» en Ucrania ha sido efectivamente un delito en Rusia desde el día en que comenzó hace casi dos años, pero el nuevo proyecto de ley pretende endurecer aún más las penas por ello.
Permitiría al Estado, por ejemplo, confiscar las propiedades de los rusos que han abandonado el país y han criticado la guerra pero que siguen dependiendo de los ingresos obtenidos del alquiler de sus casas o apartamentos en Rusia.
«Todo aquel que intente destruir a Rusia, la traicione, debe ser castigado en consecuencia y compensar el daño al país con sus bienes», afirmó el presidente de la Duma estatal el fin de semana al anunciar la presentación del proyecto de ley.
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