Rusia convoca al embajador alemán para exigir explicaciones sobre un potencial ataque con misiles Taurus

El embajador, Alexander Graf Lambsdorff, ha desmentido tal convocatoria y ha subrayado que la reunión, sobre cuyo contenido ha evitado pronunciarse, estaba programada anteriormente a la publicación de tales grabaciones, que el portavoz de gobierno ruso ha calificado como evidencia de que Alemania está actuando como un enemigo hostil. «La grabación en sí sugiere que la Bundeswehr está discutiendo planes sustanciales y concretos para atacar territorio ruso», ha dicho el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, «muestra una vez más la implicación directa del Occidente colectivo en el conflicto de Ucrania».

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El Gobierno alemán se enfrenta ahora al difícil equilibrio entre la ejecución de responsabilidades por la brecha de seguridad que muestran las grabaciones y la precaución para no caer en la trampa de la desestabilización interna, que parece ser el objetivo final de Putin. De momento, la publicación de las grabaciones ha causado enorme malestar en los socios franceses y británicos, porque han desvelado información confidencial estrictamente reservada a socios de la OTAN.

«Nuestros socios Francia y Gran Bretaña consideran ahora que Alemania es insegura, poco fiable, porque Rusia está averiguando de nosotros cosas que nunca debería saber», ha declarado el portavoz en materia de Defensa de la conservadora CDU, Roderich Kiesewetter, «Putin, ve a todo Occidente, incluida Alemania, como un enemigo y un objetivo de guerra, esto finalmente debe quedar claro para nosotros, y el canciller Scholz no debería arrojar más velas de humo» sobre el asunto Taurus.

Los Taurus son lo misiles de crucero alemanes que el gobierno ucraniano lleva meses reclamando y que el canciller alemán, Olaf Scholz, se niega a entregar a Kiev porque desea evitar que armas alemanas terminen impactando en territorio ruso. En las conversaciones grabadas, los altos mandos de la Fuerza Aérea alemana discuten si el puente de Kerch, que conecta la península de Crimea con el territorio continental ruso, podría ser atacado y si las fuerzas armadas ucranianas podrían operar el sistema de armas en el lugar sin la participación de efectivos de la Bundeswehr.

El jefe de la Fuerza Aérea, Ingo Gerhartz, revela en este contexto que los británicos y franceses están trasladando ya misiles de crucero 'Storm Shadow' a Ucrania. Gerhartz afirma concretamente que Francia está entregando su versión del 'Storm Shadow' conocida como 'Scalp' en el asiento trasero de un Audi Q7. «Siempre los transportan en vehículos blindados Ridgeback y tienes varias personas en el lugar para operarlos», dice textualmente. La oposición alemana está pidiendo un pleno parlamentario en el que Scholz de explicaciones y se plantea incluso reclamar la formación de una comisión de investigación sobre el asunto. La próxima semana ordinaria de sesiones del Bundestag comienza el 11 de marzo; antes debería celebrarse la reunión extraordinaria del Comité de Defensa.

El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, no ha exigido responsabilidades a sus militares, a pesar de que para la conversación altamente confidencial y de contenido clasificado entre los altos mandos no se utilizó ninguna línea protegida. La reunión telemática fue retransmitida a los teléfonos móviles de los soldados gracias al programa de conferencias americano 'WebEx', a través de un teléfono fijo de la oficina del Bundeswehr. Pistorius atribuye todo el asunto a una «guerra de información» contra Alemania. Rusia está librando un «ataque híbrido» contra nosotros, ha dicho, «esto sirve para socavar nuestra determinación».

«Se trata de división. Se trata de socavar nuestra unidad. Y, en consecuencia, debemos reaccionar a esto de una manera particularmente sensata, pero no menos resuelta», ha dicho. Pistorius ha abierto una «investigación completa» del incidente y ha adelantado que considera que el momento de la publicación de las grabaciones, efectuadas en febrero, es un claro cálculo por parte de Putin, en coincidencia con el funeral de Alexei Navalny y las revelaciones en torno al ex director de Wirecard, Jan Marsalek.

La oposición alemana está aumentando su presión al gobierno para que entregue los misiles Tuarus a Ucrania, con la esperanza de que ayuden al ejército ucraniano a vencer de una vez al ruso, pero el canciller Scholz insiste en su negativa. «Soy el canciller, y por eso es válido», ha respondido a las presiones también de puertas adentro en la 'coalición semáforo'. Scholz ha insistido, durante una visita a un centro de formación profesional en Sindelfingen, Baden-Württemberg, en la necesidad de que Alemania mantenga el control sobre el despliegue del misil de crucero Taurus y, por lo tanto, «sería difícil suministrarlo a Ucrania».

«No puede ser que entregues un sistema de armas que llegue muy lejos y no pienses en cómo puede tener lugar el control sobre el sistema de armas... Y si quieres tener el control. Eso solo funciona si hay soldados alemanes involucrados, lo cual está fuera de discusión para mí», ha vuelto a distanciarse de la visión francesa de Macron.