Rusia aprovecha la falta de munición de Ucrania para preparar una ofensiva en tres direcciones

Rusia está aprovechando la escasez de munición de artillería y la falta de sistemas de defensa aérea de Ucrania para intentar presionar en tres direcciones: «A lo largo de la frontera del óblast de Járkov-Lugansk, particularmente en las direcciones de Kupiansk y Liman; en Avdiivka y sus alrededores; y cerca de Robotine, en el oeste del óblast de Zaporiyia», según describen los expertos del Instituto para el Estudio de la guerra en su último informe del 18 de febrero. El portavoz de las fuerzas armadas de Ucrania, Ilya Yevlash, afirmó en la televisión nacional que las tropas rusas realizan ataques con todo tipo de armamento en el frente oriental. Además, Yevlash advirtió que el «enemigo continúa aumentando sus reservas para reemplazar las perdidas. En particular en dirección a Bajmut, cerca de Bohdanivka, recurre a ambos ataques frontales e intenta eludir nuestras posiciones fortificadas».

La retirada ucraniana de Avdiivka a posiciones defensivas «más favorables» en las inmediaciones de la ciudad probablemente frente el intento ruso de lograr un avance más acusado en esta zona, sugieren analistas ucranianos y occidentales. Sin embargo, a medida que la incertidumbre sobre la asistencia occidental se mantiene, el mando ucraniano se verá obligado a racionar sus recursos y tendrá que dispersarlos por la amplia línea del frente. Y, por este motivo, Rusia está aprovechando la situación para presionar en varias secciones del frente. A diferencia del país agredido, la industria de defensa rusa está a pleno rendimiento y por el momento los refuerzos de personal para su Ejército no parecen ser un problema para Moscú.

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El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha reconocido que, si Europa hubiese «vacilado menos en sus decisiones, probablemente esta guerra habría sido diferente». El anuncio del millón de rondas de artillería prometido por Bruselas para este mes de marzo no se va cumplir hasta final de años. A pesar de los avances ucranianos para consolidar su propia industria armamentística, el país agredido sigue necesitando de manera urgente los suministros militares de occidente y también soporte económico para mantener sus finanzas a flote.

Los aliados europeos están preocupados por la falta de recursos materiales de Ucrania y siguen esforzándose por ayudar a Kiev en su esfuerzo de guerra. La primer ministra danesa, Mette Frederiksen, anunció el pasado sábado que entregaría toda su munición a Ucrania. «No importa lo que se le ocurra a Estados Unidos. Nosotros, los europeos, tenemos que defendernos. Esta es una guerra en el continente europeo. Para hacer esto, debemos darle a Ucrania lo que necesita ahora», sentenció la dirigente de Dinamarca en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich.

Ante la perspectiva de que el posible cabeza de lista por el partido Republicano, Donald Trump, se instale en la Casa Blanca, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, se mostró partidaria de confiscar los activos rusos congelados y transferirlos a Ucrania antes de los comicios de Estado Unidos en noviembre de este año. Un movimiento que la Administración Biden con la transferencia de los primero 500.000 dólares a Tallín para que el dinero sea utilizado para la reconstrucción de la red eléctrica ucraniana.