Rishi Sunak y Liz Truss se disputarán la sucesión de Boris Johnson como líder de los conservadores británicos

Los diputados conservadores votaron entre los numerosos aspirantes en sucesivas rondas eliminatorias, hasta quedarse el miércoles con solo dos. Truss atajó así la estrecha desventaja que le separaba de Penny Mordaunt, la favorita de los votantes según las encuestas, asegurándose un lugar en la segunda vuelta por 113 votos contra 105. Ahora, se enfrentará cara a cara con Sunak, quien encabezó la votación final con 137 de los 357 votos. Ambos candidatos han estado luchando estos días para asegurarse el respaldo de los miembros 'tory' que habían apoyado a Kemi Badenoch, quien fue eliminado en la ronda anterior.

Sunak recibió millones de aplausos por su gestión del coronavirus en Reino Unido. Sin embargo, su popularidad fue en detrimento a medida que la crisis económica en Reino Unido crecía. Para entonces, su popularidad ya había tocado fondo al ser multado tras el escándalo del 'partygate' y tras descubrirse que su esposa no tenía domicilio fiscal en Gran Bretaña.

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A la mayoría de los conservadores les entusiasman sus puntos de vista en favor del Brexit, aunque también sospechan que precipitó deliberadamente la caída de Johnson al renunciar como ministro de Finanzas el pasado 5 de julio. Además, algunos parlamentarios conservadores temen que su origen adinerado se convierta en el blanco fácil de las críticas del Partido Laborista en las próximas elecciones generales de 2024. Todo lo contrario a la recién eliminada Penny Mordaunt, la imagen distante que desprende está contribuyendo a sus bajos niveles de popularidad entre los votantes —las encuestas sugieren que perderá la ronda final—, aunque su experiencia en el manejo de la economía británica podría ayudarle a cambiar las cosas.

Se ha enfrentado en repetidas ocasiones con Truss por la política económica durante la campaña política. Incluso llegó a tachar de «cuento de hadas» los recortes fiscales prometidos por la ministra de exteriores. A diferencia de sus rivales, se presenta a sí mismo como alguien que no reduciría los impuestos hasta que la inflación esté bajo control: «No creo que lo más responsable en este momento sea lanzarse a una ola de préstamos sin fondos y más deuda», le recriminó a Truss la semana pasada en el primer debate por el liderazgo conservador televisado en 'Channel 4'.

La campaña de la ministra de Asuntos Exteriores cobró impulso al final, recuperándose después de un lento comienzo y noqueando a la ministra de Comercio, Penny Mordaunt. Su apasionada postura respecto a las reformas posteriores al Brexit y los planes de ayuda para personas de bajos ingresos jugaron a su favor a la hora de ganarse el respaldo de sus colegas de partido. «Es el momento de ser audaces, no de aplicar un enfoque de negocios como de costumbre», dijo el martes en clara referencia a Sunak, quien dijo que no reduciría los impuestos de inmediato.

El año pasado, Truss se convirtió en la segunda ministra de Relaciones Exteriores que ha tenido el Reino Unido en toda su historia. En poco tiempo, ha ocupado una amplia variedad de cargos y ha tratado asuntos nacionales e internacionales de alto perfil. Como ministra de Relaciones Exteriores, buscó resolver el espinoso problema del Protocolo de Irlanda del Norte, descartando partes de un acuerdo entre la UE y el Reino Unido posterior al Brexit, una medida que la UE criticó ferozmente.

Ahora, se enfrenta a los alrededor de 200.000 'tories', a quienes tendrá que ganarse para convertirse en la próxima líder del Partido Conservador británico y nueva primera ministra el próximo 5 de septiembre.