Un representante indígena se encamina a ser el nuevo presidente de la Corte Suprema de México

El segundo lugar sería para Lenia Batres, actual ministra de la Corte, designada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y próxima a los gobiernos de Cuba y Venezuela. Batres pertenece a una familia de larga tradición política en la izquierda de la Ciudad de México y mantiene una tensa relación con Sheinbaum.

Para la mandataria mexicana es clave el triunfo de Aguilar porque evita, de momento, una reacción negativa de Estados Unidos y también del sector empresarial, que vería la presidencia de Batres en la Corte como una señal de desaliento a la inversión.

De origen mixteco, nacido en Tlaxiaco, Oaxaca, y abogado por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Aguilar recibió el apoyo de gobernadores y alcaldes gracias a una operación política de Palacio Nacional, donde buscaban evitar el triunfo de Batres.

Aguilar le ofrecería al Gobierno, según fuentes del entorno presidencial, la posibilidad de ejercer una presidencia de corte moderado y, fundamentalmente, que no perjudique la noción de Estado de derecho. En paralelo, su origen indígena es bien visto por las bases del oficialismo.

También estarán en la Corte otras dos ministras designadas por López Obrador. Se trata de Loretta Ortíz, una académica respetada en el ámbito de la academia; y Yasmín Esquivel, que fue, en estas elecciones, la candidata más apoyada en el sector empresarial.

De momento, según datos oficiales, la participación en las elecciones de jueces, magistrados y ministros no estaría alcanzando siquiera al 12% del padrón de algo más de 98 millones de personas. Un fracaso estrepitoso del discurso oficialista que impulsó estas elecciones para democratizar al Poder Judicial.

El votante promedio en la Ciudad de México recibió nueve papeletas y se le pidió que eligiera a 51 jueces de entre 293 candidatos, según Integralia, una consultora de riesgo político con sede en la Ciudad de México. A la mayoría de los ciudadanos les habría resultado casi imposible estar bien informados sobre sus decisiones. Este fue uno de los principales motivos del abstencionismo.

Sin embargo, este lunes Sheinbaum manifestó que fue «maravilloso» que más de 13 millones de personas salieran a ejercer su voto en la elección judicial, cuando la oposición apostaba a que nadie acudiera a votar, subrayando que hubo más sufragios en total que los que tuvieron a su favor, por partido, en los comicios de 2024.

«Vamos a ver los resultados de la elección del 2024, hace justamente hoy se cumple un año de la elección del 2024, por partido político, ¿cuántos votaron ayer? Cerca de 13 millones, poquito más, ellos dicen que participó muy poca gente, pero resulta que los que participaron son más de los que les dieron su voto hace un año, 13 millones de personas, inédito, impresionante, maravilloso, democrático. Apostaban a que no iba a salir nadie a votar, votaron más de los que votan por ellos, ¿si se entiende? Ahí nada más para la reflexión», afirmó Sheinbaum.