Reino Unido bombardea Yemen por primera vez desde la llegada de Trump a la Casa Blanca
Por su parte, Estados Unidos asegura haber atacado más de 1.000 objetivos de los rebeldes hutíes desde mediados de marzo
Un caza de EE.UU. se cae por la borda de un portaaviones que intentaba huir de un ataque hutí
Corresponsal en Londres
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Iniciar sesiónEl Reino Unido ha dado un giro significativo en su política de defensa exterior al autorizar ataques aéreos directos contra objetivos hutíes en Yemen, en coordinación con Estados Unidos. Esta operación constituye su primera intervención ofensiva desde el retorno de Donald Trump a ... la presidencia estadounidense. Además, es la primera acción de este tipo aprobada por el nuevo gobierno laborista y refleja una alineación más firme con la estrategia militar agresiva de Washington en Oriente Próximo, en un contexto marcado por la preocupación internacional por el aumento de víctimas civiles y la escalada regional del conflicto.
Durante la noche del 29 de abril, aviones de combate Typhoon FGR4 de la Real Fuerza Aérea (RAF), con apoyo de aeronaves cisterna Voyager, llevaron a cabo un ataque contra un grupo de edificaciones localizadas a unos 24 kilómetros al sur de Saná, la capital de Yemen. Según el ministerio de Defensa británico, las instalaciones eran utilizadas por los hutíes para fabricar drones empleados en ataques contra embarcaciones comerciales. El gobierno explicó que «un análisis de inteligencia riguroso identificó un grupo de edificios utilizados por los hutíes para fabricar drones del tipo que ha sido empleado para atacar buques en el mar Rojo y el golfo de Adén».
En su comunicado oficial, el ministerio añadió que «una vez completada una planificación muy cuidadosa, se autorizó atacar los objetivos con riesgo mínimo para los civiles o infraestructuras no militares». También indicó que «como precaución adicional, el ataque se llevó a cabo de noche, cuando la probabilidad de que hubiera civiles en la zona era aún menor». El Gobierno británico confirmó que «todas nuestras aeronaves regresaron a salvo tras la operación».
Las pruebas acorralan al Pentágono por el error del chat del ataque a Yemen
D. Alandete | Corresponsal en WashingtonEl ministro de Defensa, John Healey, respaldó públicamente la operación como una respuesta proporcional a la creciente amenaza del grupo rebelde y afirmó que «la caída del 55% en el tráfico marítimo por el mar Rojo ya ha costado miles de millones, está alimentando la inestabilidad regional y poniendo en riesgo la seguridad económica de las familias en el Reino Unido».
Desde noviembre de 2023, los hutíes, un grupo armado respaldado por Irán, han intensificado sus ataques contra el comercio marítimo en el mar Rojo y el golfo de Adén mediante el uso de misiles, drones y pequeñas embarcaciones rápidas. Han logrado hundir dos buques, capturar uno más y matar al menos a cuatro marineros. Aunque los hutíes afirman que sus acciones buscan apoyar a los palestinos en Gaza, han atacado embarcaciones sin vínculos directos con Israel, Estados Unidos o el Reino Unido.
La respuesta de Occidente ha pasado por varias fases. Bajo la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos lanzó ataques puntuales contra objetivos hutíes, con apoyo británico limitado a tareas logísticas. Ese enfoque cambió tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y el inicio, el 15 de marzo, de la operación Rough Rider. Desde entonces, el ejército estadounidense afirma haber atacado más de 800 objetivos y matado a cientos de combatientes y líderes hutíes. No obstante, organizaciones humanitarias han advertido sobre el incremento de víctimas civiles. Según informes hutíes, al menos 68 migrantes africanos murieron en un ataque a un centro de detención en Saada, y otras 80 personas habrían perdido la vida en un ataque al puerto de Ras Isa, aunque estas cifras no han sido verificadas de forma independiente.
Annie Shiel, directora para Estados Unidos del Center for Civilians in Conflict, señaló que «los ataques estadounidenses siguen generando dudas importantes sobre las precauciones tomadas para evitar daños a civiles, tal como lo exige el derecho internacional y la política estadounidense». Añadió que parece haber un cambio de política en esta nueva fase del conflicto.
El responsable de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, ha dejado clara su prioridad operativa al declarar que el enfoque debe ser «letalidad, letalidad, letalidad». En mensajes internos filtrados enviados por la aplicación Signal, donde incluso participaron periodistas, Hegseth compartió información sensible sobre las operaciones y se refirió a los países europeos como «parásitos» y calificó su respuesta de «patética».
Esta operación del martes representa un cambio con la política militar reciente del Reino Unido. Hasta ahora, su implicación se había limitado a tareas de apoyo aéreo, como el reabastecimiento de aviones estadounidenses, y el ministerio de Defensa británico insistía en que el Reino Unido no participaba directamente en los ataques, pero con esta intervención, el gobierno británico ha asumido un papel activo en una campaña aérea de creciente intensidad y consecuencias geopolíticas.
Tras los ataques, los hutíes emitieron una declaración a través del canal 'Al Masirah', en la que acusaron al Reino Unido de «apoyar la guerra y el genocidio israelí en Gaza» y advirtieron que resistirán a lo que llamaron «el trío del mal»: Estados Unidos, el Reino Unido e Israel.
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