El régimen chavista acusa a Rafael Tudares, yerno del presidente electo Edmundo Gónzalez, de seis delitos

Según detalló González, su esposo asistió a una audiencia preliminar virtual el pasado 13 de junio, donde un tribunal admitió la acusación de la Fiscalía. Durante la audiencia, Tudares participó desde prisión, y se le negó cualquier medida sustitutiva a la privativa de libertad, como un régimen de presentación o la prohibición de salida del país. Además, se ratificó la cárcel de Rodeo I como su centro de detención.

Sin embargo, a pesar de esta ratificación, su mujer ha sido informada en más de una docena de ocasiones que su esposo no se encuentra en esa prisión, imposibilitando sus intentos de verlo o conocer sus condiciones. Ante esta situación, González ha denunciado que su marido, de 45 años, se encuentra en «desaparición forzosa» al desconocer su paradero. «Hasta el día de hoy no me consta directamente dónde lo tienen realmente», afirmó.

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La hija del ganador de las elecciones presidenciales, hace casi un año, insiste en la inocencia de su esposo, subrayando que su detención arbitraria y prolongada es una consecuencia directa de su parentesco con González Urrutia. «Rafael es inocente y, como me informaron las propias autoridades en el mes de enero, la razón por la que fue detenido arbitrariamente frente a sus hijos y se le mantiene injustamente en situación de desaparición forzosa es su vínculo familiar por afinidad con mi padre», señaló.

La esposa de Tudares calificó el proceso judicial contra Tudares como una «medida arbitraria, injusta y violatoria de los derechos humanos», y dijo que su familia es «víctima de un conflicto político» del cual no forman parte. «No participamos en política, no militamos en partido político alguno y no incidimos en las decisiones políticas de los diferentes actores políticos del país», manifestó.

Rafael Tudares, padre de los dos nietos de Edmundo González Urrutia de 7 y 6 años, fue detenido el 7 de enero mientras llevaba a los niños al colegio. Este hecho ocurrió solo tres días antes de la fecha en que Edmundo González Urrutia tenía previsto jurar como el nuevo presidente de Venezuela, tras su victoria en las elecciones. Tudares fue interceptado por funcionarios de seguridad del régimen y, desde entonces, su familia no ha podido verlo. Mariana González reitera que su esposo es una víctima inocente de la crisis política venezolana y enfatiza que «no es delito ser un familiar del presidente electo».

La hija de González Urrutia expresó este miércoles a través de su cuenta en X que su lucha «no es una bandera política ni será usada como tal. Es una lucha humana, de amor, de familia. No permito que se manipule el dolor de mis hijos para avanzar agendas ajenas».