israel en guerra
Rafah se abre como vía de escape de una Gaza en la que Israel penetra hasta zonas que no pisaba desde 2005
El ministro de Defensa Yoav Gallant asegura que sus tropas nunca habían penetrado tan lejos en la Franja desde 2005
El español desaparecido en Israel tras los ataques de Hamás fue asesinado
Egipto abre el paso de Rafah para la salida de Gaza de medio millar de extranjeros y unos 80 palestinos heridos grave
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En mitad de los bombardeos y de los duros combates cara a cara entre soldados de Israel y milicianos de Hamás, la única puerta que tiene Gaza al mundo se abrió por primera vez desde el inicio de la guerra para la salida de decenas ... heridos graves y cientos de extranjeros y palestinos con doble nacionalidad.
En la cuarta semana de guerra, Hamás e Israel, con la mediación de Qatar, Estados Unidos y Egipto, llegaron a un acuerdo que demuestra que los canales de comunicación están abiertos y pueden extenderse en el futuro a otros campos. Entre los extranjeros que pudieron salir se encuentra el anestesista español de Médicos Sin Fronteras (MSF), Raúl Incertis.
Raúl Incertis, anestesista español de Médicos Sin Fronteras
Por Rafah han entrado más de cien camiones con ayuda humanitaria en los últimos días, pero nunca hasta ahora se habían autorizado las salidas. Parece que la puerta seguirá abierta ya que Estados Unidos anuncia que sus nacionales saldrán en las próximas 24 horas. En Gaza hay miles de personas con doble nacionalidad y más de 15.000 heridos, muchos de ellos graves. Los egipcios habilitaron un hospital de campaña cerca de la frontera, pero también derivaron los casos más complicados a centros en El Arish, Bir al-Abd y Sheikh Zuweid.
Emboscadas de Hamás
El mundo miró a Rafah en una nueva jornada de intensos combates y duros bombardeos. Israel avanza más rápido de lo previsto y el general Itzik Cohen, comandante de la División 162, aseguró que «estamos a las puertas de la Ciudad de Gaza. El mando de las tropas que han entrado por tierra detalló que «en los últimos días hemos destrozado gran parte de las capacidades de Hamás, atacado posiciones estratégicas y alcanzado sus túneles». De momento la lucha se registra en zonas rurales o semi rurales y el Ejército ha informado de la muerte de 16 soldados.
Carros de combate y soldados expanden sus operaciones, pero ya han sufrido 16 bajas y el combate urbano no ha empezado. Los milicianos de Hamás han emboscado con éxito a los blindados enemigos en zonas rurales y la cosa apunta a ser bastante más complicada cuando comience la guerra calle a calle. En una sola emboscada el disparo de un anti tanque mató a nueve soldados e hirió a otros cuatro del Batallón 77. Los militares viajaban en el interior de un vehículo blindado de transporte de tropas cuando fueron sorprendidos por el fuego enemigo.
Las fuerzas israelíes trabajan sobre el terreno con fuerzas especiales enviadas por Estados Unidos para ayudar en la localización de los cientos de cautivos en manos de Hamás, según confirmaron fuentes del Pentágono al diario 'The New York Times'. La misión de estos hombres de refuerzo es «identificar rehenes, incluidos los estadounidenses», detalló el diario.
La mayor penetración en Gaza
Nada más conocer la noticia de las primeras bajas, Benjamín Netanyahu recordó que «estamos en una guerra difícil y que será larga. Hemos logrado importantes avances, pero también sufrido dolorosas pérdidas». El cuestionado primer ministro, a quien una parte importante de la sociedad ve como el máximo responsable del colosal error de seguridad que permitió el ataque de Hamás, señaló que «nuestros soldados han caído en una guerra justa, una guerra por nuestra casa. Prometo que continuaremos hasta completar la misión, hasta la victoria».
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El ministro de Defensa, Yoav Gallant, se desplazó a la frontera de Gaza y se mostró «impresionado por el trabajo de nuestras tropas». Gallant destacó la «buena coordinación entre la aviación y las tropas de tierra» y en referencia a las bajas sufridas dijo que «como en cualquier batalla, es un precio que hay que pagar». El responsable de Defensa explicó que las tropas de Israel nunca habían penetrado tan lejos en la Franja desde que la abandonaron en 2005.
El avance por tierra está acompañado de intensos bombardeos aéreos. Los aviones castigaron por segundo día consecutivo el campo de refugiados de Yabalia, donde el martes mataron al menos a cincuenta personas. El Ejército considera que bajo el mayor de los ocho campos de refugiados que hay en la Franja se esconde una importante red de túneles de Hamás. El portavoz militar informó de la muerte de un cabecilla islamista llamado Ibrahim Biari en Yabalia, pero Hamás negó que se encontrara en el campo en el momento del ataque aéreo.
Peligro al norte
En medio de la guerra, de los cohetes que a diario lanzan las milicias palestinas, del nuevo frente abierto en el Mar Rojo con los misiles lanzados por los hutíes, y la amenaza al norte de Hizbolá, cada día se alzan voces que piden la dimisión de Netanyahu. Moshe Radman, activista que lideró los nueve meses de protestas contra la reforma de la justicia, recurrió a X para explicar que «decir que no se puede cambiar un primer ministro en tiempos de guerra es un error que repiten periodistas y ciudadanos. En realidad, la verdad es la contraria. Debemos cambiar de primer ministro porque Netanyahu es ahora mismo la única cosa que está entre nosotros y la victoria, la unidad de la gente».
Israel no aparta la mirada de la frontera libanesa donde un día más se produjeron choques. El primer ministro interino libanés, Najib Mikati, aseguró que «el tiempo es esencial» para impedir que la guerra en Gaza se extienda a todo el Oriente Próximo. El riesgo crece día a día por lo que Mikati pidió «un alto el fuego humanitario de cinco días, donde puedan haber conversaciones internacionales activas para asegurar el intercambio de prisioneros y alcanzar una tregua permanente para llegar a un acuerdo sobre las condiciones para la paz regional». Netanyahu piensa todo lo contrario y dice que «es tiempo para la guerra», el problema es que Netanyahu es un líder en horas bajas en el que gran parte de Israel ya no confía