Qué significa ser 'peronista' y qué candidato lo representa en las elecciones de Argentina

Perón formó parte del golpe de Estado de 1943 que puso fin a la llamada 'Década Infame' caracterizada por un corte autoritario. Fue nombrado secretario del Trabajo y con sus medidas se fue ganando el apoyo de los trabajadores.

Entre sus proyectos estrella destacaron el desarrollo del Estatuto del Peón, el establecimiento de un salario mínimo, de la jubilación así como del seguro social. También reconoció las asociaciones profesionales que dieron lugar a la formación de grupos de sindicatos cada vez más poderosos. Estas medidas le hicieron ganar en popularidad, al tiempo que le granjearon enemigos dentro de su propio círculo y del ala más conservadora.

Sus desencuentros provocaron su renuncia, y sus opositores terminaron arrestándo a Perón, en 1945. La reacción fue la movilización, el 17 de octubre de 1945, de miles de obreros y sindicalistas hasta la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, para exigir su liberación. Sería entonces cuando nacería el peronismo. El político pactó apaciguar a las masas a cambio de poder presentarse a las próximas elecciones. Al año siguiente arrasaría en las urnas. Y volvería a repetir la victoria en otras dos ocasiones.

Durante sus mandatos nacionalizó sectores estratégicos de la industria y propugnó la equidad en los servicios públicos, las ayudas para la vivienda y fue el promotor de una universidad gratuita. Mientras que su primera dama, Eva Perón, abogaba por el voto femenino.

Unos proyectos que se combinaban con el lado más populista del líder argentino, al que los historiadores también le apostillan un pasado marcado por la entrada de los nazis huídos de Alemania con su beneplácito.

Posteriormente, el peronismo dependiendo de sus nuevos movilizadores en la arena política adoptaría distintas formas y se escindiría en diferentes ramas. De ahí que Alejandro Grimson en su libro '¿Qué es el peronismo?' afirme que el peronismo es de derechas y es de izquierdas. Es contradictorio y, también incomprensible.

Desde Menem con su neoliberalismo hasta la corriente peronista de Néstor Kirchner y de su esposa, Cristina Fernández de Kirchner. Apelando estos últimos por el intervencionismo, los derechos humanos o la redistribución de la riqueza.

Ahora el candidato Sergio Massa, un abogado de 51 años, intenta dar otro giro de tuerca al peronismo. En un intento de reconstruir la imagen del partido manchada por los escándalos de corrupción y una economía cada vez más exhausta. Con una inflación del 140 % anual y una pobreza del 40 %.

Massa con su carácter moderado y sus contactos diplomáticos y empresariales, como actual ministro de economía, ha mostrado durante la campaña cierto distanciamiento de Cristina o Alberto Fernández. Dos personajes a los que casi no se les ha visto compartiendo focos con el candidato, según aseveran los medios argentinos.

Es a través de este tipo de comportamientos por los que Massa es visto como el inicio de un nuevo rumbo para el peronismo. El aspirante ha prometido la eliminación del déficit fiscal y una rebaja de impuestos. En los comicios del 22 de octubre, obtuvo el 37 % de los votos, pero esto no fue suficiente para eludir una segunda vuelta. Y este 19 de nviembre se bate en duelo con Javier Milei, quien ha ido ganando respaldos en su camino a la Casa Rosada.

No obstante, el canciller, Santiago Cafiero, declaraba a Reuters: «Si Massa gana, va a construir un liderazgo distinto. Va a haber opiniones distintas, pero se va a mantener la unidad de la coalición». Ahora le toca a las urnas pronunciarse, mientras el peronismo es puesto a prueba, una vez más.