Una «puerta abierta» para negociar la liberación de los presos políticos en Cuba

«La Iglesia agradece la posibilidad del encuentro y, sobre todo, agradece que la puerta para encuentros próximos haya quedado abierta», afirmó. Respecto al interés en una negociación sobre la liberación de los prisioneros políticos cubanos, añadió: «Esa voluntad existe y fue expresada por ambas partes».

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En la reunión participaron el cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, arzobispo de La Habana; el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos, monseñor Emilio Aranguren Echeverría, obispo de Holguín-Tunas, entre otros representantes episcopales.

Mientras que a Díaz-Canel lo acompañaron el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz; el titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández; el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes; y la jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido, Caridad Diego Bello.

La versión oficial apunta a que se abordó «la labor de la Iglesia Católica, la situación socioeconómica del país (y) el fortalecimiento de valores en la sociedad, entre otros asuntos». Según el secretario de la Conferencia Episcopal, se trató de una reunión que los obispos habían solicitado hace más de dos años y que «ahora se pudo concretar».

El encuentro se realizó menos de tres meses depue´s de la visita a la isla del cardenal Beniamino Stella como enviado del Papa Francisco, durante el cual aseguró que la Iglesia Católica «desea mucho» la liberación de las personas condenadas por manifestarse contra el régimen en julio de 2021.

Tanto la Iglesia Católica como varios de sus representantes han sugerido en diferentes ocasiones al régimen cubano la posibilidad de liberar a los presos políticos, encarcelados en su mayoría tras las protestas antigubernamentales del 11 y 12 de julio de 2021, las mayores registradas en el país en más de sesenta años.

Durante la convocatoria a la Marcha Cívica del 15 de noviembre de ese año, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba pidió igualmente que se evitara la violencia.

Aunque la prensa oficial señaló que el encuentro con los representantes católicos fue de «mutuo respeto» y «en correspondencia con la política de la Revolución hacia la religión y los creyentes y la plena libertad religiosa consagrada en la Constitución de la República de Cuba», los religiosos cubanos, de todas las denominaciones, han padecido la represión tanto por sus creencias como por sus críticas al sistema y la ideología impuesta en la Isla.

Durante el pasado año, la ONG Observatorio Cubano de Derechos Humanos registró al menos 1.030 «actuaciones contra el ejercicio de las libertades religiosas» en Cuba.