El Parlamento británico aprueba triplicar las tasas universitarias, pese a las protestas

David Cameron , por su parte, se vio únicamente desobedecido por tres o cuatro diputados, de los 306 del grupo, lo que le refuerza en su papel como líder conservador. Dos diputados liberal-demócratas y uno “tory” renunciaron como asistentes ministeriales.

El resultado de la votación fue acogido con abucheos y gritos de protesta de los manifestantes que había en el exterior del Parlamento. El anuncio se producía después de enfrentamientos que habían ocasionado 19 heridos, tres de ellos policías, uno de los cuales sufrió heridas graves en el cuello al caer de un caballo.

Hoy se han registrado nuevas escenas de protestas y creciente tensión en las calles del centro Londres, con forjeceo entre estudiantes y antidisturbios ante las puertas del Parlamento, en las horas previas a la votación que tiene lugar esta tarde en la Cámara de los Comunes sobre el incremento de las matrículas universitarias.

Alrededor de 20.000 jóvenes se han concentrado en el área de Westminster, forzando a los agentes de Scotland Yard a reforzar la seguridad en el perímetro del Parlamento, con cargas a caballo y permanente control desde el aire con helicópteros. Ha habido destrozos de mobiliario urbano en aisladas acciones de mayor violencia, protagonizadas por elementos anarquistas, quienes por momentos prácticamente han desbordado la presión policial.

La protesta se debe a la elevación del actual tope de 3.200 libras anuales hasta las 9.000 libras. De acuerdo con la nueva ley, si el precio excede de 6.000 libras, la Universidad deberá justificar que concede suficientes becas para asegurar que también tienen acceso a ella estudiantes de familias de pocos recursos. Los créditos comenzarán a devolverse cuando el graduado cobre 21.000 libras al año.

El programa electoral liberal-demócrata se opuso a una subida , pero ahora desde el Gobierno Nick Clegg la considera necesaria para la financiación de la Universidad ante la crisis económica, y además estima que su formulación “es progresista”.

“Nuestra estimación es que el 60% de los graduados nunca pagarán completamente el valor de sus préstamos”, ha dicho. Según expuso esta mañana en la Cámara el ministro de Negocios, el liberal-demócrata Vince Cable, se trata de un sistema que “mantiene la calidad universitaria a largo plazo, afronta el déficit y plantea contribuciones basadas en lo que la gente puede pagar”.

La autoridad de Clegg y el prestigio de Cable han arrastrado al resto de altos cargos del partido en la Administración, pero el número dos del partido, el crítico Simon Hughes, no ha secundado la orden.

Las medidas se aplican únicamente a Inglaterra y Gales . Irlanda del Norte aún tiene que decidir si las seguirá, mientras que Escocia, donde no hay propiamente tasas universitarias, se mantendrá al margen.