La protesta contra la amnistía llega a Washington

Con banderas de España y carteles en los que se leían lemas como «S.O.S. Spanish Democracy» o «Stop Amnistía», los reunidos se definieron como personas de diversas ideologías y tendencias políticas preocupadas por la amnistía concedida a los líderes independentistas responsables del referendo inconstitucional de 2017.

Según uno de los organizadores, José Alberto Sanchis, empresario valenciano de 75 años, la elección de la sede de la UE como primera protesta obedece a que esta «tiene que defender a los ciudadanos de lo que está pasando en España y es bueno que la UE vea que muchos españoles, incluso los que estamos en EE.UU., nos dirigimos a ellos para que nos protejan».

Según un estudio del Pew Research Center con datos del censo, se estima que 990.000 españoles de primera o segunda generación viven en EE.UU. y se identifican como tales.

Los españoles constituyen la novena mayor población de origen hispano en EE.UU., representando el 1% de la población hispana del país en 2021. Desde 2010 hasta 2021, la población con orígenes de España aumentó un 40%, creciendo de 710.000 a 990.000.

Una de las delegaciones del gobierno catalán que fueron desmanteladas tras el referendo ilegalizado que tuvo lugar en 2017 está aquí en Washington, y su responsable, Isidre Sala, mantiene una activa agenda de contactos con funcionarios de EE.UU. Sala tomó el relevo de la anterior embajadora, Victoria Alsina, tras la reapertura de esta pseudoembajada con la llegada del actual gobierno al poder en España.

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De momento, la Casa Blanca ha mantenido silencio sobre la amnistía. El jefe diplomático de EE.UU., Antony Blinken, felicitó a Pedro Sánchez por lograr un acuerdo de gobierno y volver a ser investido. La embajadora norteamericana en España, Julissa Reynoso, sí dijo en una entrevista concedida al diario 'El Mundo' que las protestas «son importantes y bienvenidas en democracias como España».

Según una de las españolas en la protesta de este domingo, Herminia Gil Guerrero, de 43 años y profesora en la universidad de George Washington, esta no es una protesta contra el gobierno. «Es una protesta por el deterioro de la democracia», afirma. «La desigualdad entre los ciudadanos que supone la ley de amnistía va a crear desigualdad entre los europeos, porque si en un territorio europeo consideras que unos delitos dejen de serlo, habrá diferentes varas de medir entre países como España y Francia por ejemplo», añade.

El grupo ha escrito además una carta abierta al Gobierno de España y a la UE, en la que dice: «En los foros que hemos mantenido, el conjunto de participantes ha expresado su preocupación, pero muy en particular aquellos residentes que votaron al PSOE, manifestando la mayoría de estos que su voto se confirió en base a la creencia de que la amnistía no estaba dentro de las posibilidades de ningún potencial acuerdo de Gobierno».

Uno de los problemas que encuentran los organizadores de esta protesta es que los empleados de las instituciones internacionales y la misión diplomática, que son un gran grupo de residentes españoles en Washington, tienen desaconsejado o en ocasiones prohibido participar en protestas de corte político, y por ello no pueden participar en protestas públicas.

De momento, los concentrados este domingo planean volver a manifestarse, al menos hasta que la amnistía sea aprobada y ratificada.