El primer ministro griego investigará el escándalo de las escuchas al líder socialista Nikos Androulakis

Mitsotakis, que afirma no haber sabido nada del asunto hasta hace pocos días y ya se ha excusado directamente ante Androulakis, ha dejado claro que aunque legal, esta escucha es «políticamente inaceptable» y «no debería haber sucedido», causando ahora grietas en la confianza pública en los Servicios de Seguridad Nacional. Insistió en que no estaba informado de estas escuchas «y no las habría permitido nunca». Por ello aceptó la dimisión del director de dichos Servicios, Panayotis Kondoléon, y del responsable político, el secretario general del Gobierno, Grigoris Dimitriadis, hasta ahora no solo su sobrino carnal, sino su hombre de confianza.

El primer ministro conservador ha dejado claro que la contribución del Servicio Nacional de Inteligencia es valiosa para fortalecer la posición de Grecia, pero necesita mejorar su eficiencia operativa y hay que revaluar el marco de su control y supervisión. Por ello, su nuevo director es Themistoklis Demiris, hasta ahora Secretario General del Ministerio de Asuntos Exteriores y uno de los diplomáticos con más experiencia del país.

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El director del Servicio Nacional de Inteligencia, Panagiotis Kontoleon, declaró por su parte que durante este año ha habido 15.700 casos

El Gobierno ha decidido, además poner en marcha de inmediato una comisión de investigación, aceptar cualquier iniciativa que mejore las prácticas de los servicios de inteligencia. Se han diseñado ya cuatro cambios: mayor supervisión parlamentaria a través del Comité de Instituciones y Transparencia, mayor papel del Consejo de Seguridad Nacional, blindaje del marco para escuchas de las figuras políticas y cambios en la estructura de los servicios de inteligencia y sus recursos.

Ha insistido también que «hay muchos enemigos del país al acecho que quieren un servicio de inteligencia débil», insistiendo que «vivimos en un mundo peligroso», pero el estado griego es demócrata y tiene la obligación de conservar el equilibrio entre la seguridad del país y sus ciudadanos y la protección de los principios fundamentales que protegen la privacidad de las comunicaciones.

Todo comenzó hace dos semanas, cuando Androulakis dio a conocer que los servicios de ciberseguridad del Parlamento Europeo habían detectado un intento de ciberataque del sistema Predator en su móvil el año pasado. Y se descubrió también las escuchas de los servicios de inteligencia griego, comenzándose a conocerse los detalles.

Una reunión del Comité de Instituciones y Transparencia del Parlamento, a puertas cerradas, el 29 de Julio, hizo que Kondoleon admitiera que sus servicios habían espiado también al periodista financiero Thanasis Koukakis siguiendo el requerimiento de los servicios de inteligencia de otro país extranjero. Y se da la casualidad de Reporters United publicaron que existe una reelacion entre el sobrino de Mitsotakis y una compañía que vende el sistema Predator.

Lo cierto es que la oposición está indignada, no solo por parte de Androulakis y los socialistas, sino de los radicales de Syriza que exigen, una vez más, la dimisión del gobierno y elecciones anticipadas. Y ahora se recuerda cómo, aunque las escuchas telefónicas se permiten con la ley de 2018, una enmienda del actual gobierno presentada en marzo de 2021, impide que la Autoridad Independiente sobre la Privacidad de las Comunicaciones (ADAE) notifique a los ciudadanos de que estaban siendo escuchados.

Ante lo ocurrido, el Parlamento adelantará al próximo día 22 la apertura de su periodo de sesiones para abordar el caso de espionaje.