Según informa la agencia estatal de noticias Yonhap, contra él se han presentado dos denuncias: una del partido Reconstruyendo Corea y otra firmada por 59 activistas. Junto al presidente, dichas denuncias incluyen al dimitido ministro de Defensa, Kim Yong-hyun, al jefe del Ejército, general Park An-su, y al titular de Interior, Lee Sang-min. Intentando librar al presidente Yoon, el ya exministro de Defensa está cargando con toda la responsabilidad de este fallido autogolpe y del envío de tropas al Parlamento para que sus diputados no votaran en contra. Aunque fue el presidente quien declaró la ley marcial en televisión, el titular de Defensa se la propuso para acabar con el bloqueo político que sufría el Gobierno al contar la oposición con mayoría parlamentaria.
Por otra parte, la Fiscalía y la Oficina de Investigación de la Corrupción para Altos Cargos también ha recibido denuncias contra el presidente Yoon. Además, el fiscal general, Shim Woo-jung, ha ordenado abrir sus propias pesquisas, enviando el caso a la Oficina del Distrito Central de Seúl. Curiosamente, allí fue donde hizo su carrera el todavía presidente Yoon, quien entró en política tras labrarse una brillante carrera como adalid de la justicia y contra la corrupción.
Con esta decisión, tanto la Fiscalía como la Policía van a investigar simultáneamente al presidente y sus principales hombres de confianza por este fracasado autogolpe, que ha causado una profunda conmoción no solo en Corea del Sur, sino en todo el mundo democrático.
Con el fin de destituir al presidente, la principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático (PD), está maniobrando para votar la moción de censura mañana. Para que salga adelante, necesita dos tercios de los 300 diputados de la Asamblea. Como, de momento, la oposición cuenta con los 170 parlamentarios del PD y 22 de otras fuerzas, necesita el apoyo de al menos ocho diputados del gobernante Partido del Poder Popular (PPP), al que pertenece el presidente Yoon.
Algunos de ellos ya votaron junto a la oposición en contra de la ley marcial en la sesión de emergencia que se celebró la madrugada del miércoles (martes por la noche en España). Pero el líder del partido, Han Dong-hoon, quiere bloquear la moción de confianza. Según matizó, su intención es «impedir el daño y el caos, no defender al presidente», a quien ha pedido que deje el partido. Tal y como señaló, «aquellos responsables de ir en contra del público y provocar el daño a través de una ley marcial inconstitucional, incluido el presidente, deben responder por ello».
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