La preocupación sobre la salud de Carlos III dispara los rumores sobre su funeral

El rumor de que está considerablemente más enfermo de lo que sus asesores están dejando entrever se está extendiendo. Hablando con amigos del Rey en las últimas semanas sobre su salud, la respuesta más común es un tono de voz más bajo, seguido por el pronunciamiento solemne y alargado: «No es bueno», según informó este viernes 'The Daily Beast' en una noticia que puso en vilo a las redacciones de medio planeta. El Rey nunca ha especificado el tipo exacto de cáncer con el que ha sido diagnosticado, aparte de decir que no es de próstata. Se entiende que está realizando visitas regulares a Londres para recibir tratamiento de radioterapia, que puede usarse para tratar muchos tipos diferentes de la enfermedad.

Según esta publicación, en el gobierno y la Casa Real se están revisando de forma regular los planes para el funeral monarca, y estaría circulando por Whitehall un documento que revisa lo que salió bien después del de la reina Isabel II y qué se podría hacer mejor la próxima vez que muera un soberano, una especie de «lecciones aprendidas».

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El departamento gubernamental responsable de los funerales de estado, la Oficina del Gabinete, declinó hacer comentarios sobre afirmaciones de que el documento de la 'Operación Menai Bridge', nombre de un puente en Gales y denominación en clave del plan del funeral de Carlos III, se está actualizando regularmente, pero según confirmaron fuentes oficiales a la prensa, este plan se revisa de forma regular por protocolo.

Según algunas fuentes locales, amigos de la familia y personas cercanas están genuinamente consternados ante la posibilidad de que el Reino Unido pueda perder a su rey antes de lo esperado. Un viejo amigo de la familia le dijo a 'The Daily Beast': «Por supuesto que está decidido a vencerlo (el cáncer) y están poniendo todo de su parte. Todos están siendo optimistas, pero él está realmente muy enfermo. Más de lo que están dejando ver». La misma fuente le dijo a 'The Royalist' que la fallecida Reina Isabel estaba muriendo de cáncer de médula ósea en los meses previos a su muerte. Desde el Palacio de Buckingham declinaron hacer comentarios sobre los rumores.

Con respecto a la operación, todos los miembros de la familia real tienen palabras en clave basadas en puentes para ser utilizadas en caso de muerte; el plan de muerte de la Reina Isabel era conocido como 'Operación London Bridge'.

El plan incluye detalles específicos sobre cómo se informará al público sobre la muerte, los detalles completos de lo que sucederá durante los 10 días siguientes al fallecimiento, dónde irá su ataúd y cómo será trasladado según el lugar del deceso, qué sucederá durante el período oficial de duelo y cómo se desarrollará el funeral de estado. La razón principal de los extensos y detallados planes es asegurar una transición fluida del poder entre dos monarcas, en este caso, desde el reinado del Rey Carlos al del Príncipe Guillermo, cuya esposa y futura reina, Catalina, también está en tratamiento contra el cáncer.

Una fuente real confirmó a 'The Daily Beast' que los preparativos para el funeral de Carlos III comenzaron poco después de que la Reina falleciera y que funcionarios militares confirmaron que la Operación Menai Bridge se actualiza constantemente, pero enfatizaron que «prepararse para lo peor» es «lo que hace el ejército» dada la gran escala del funeral del monarca. «Por supuesto que están examinando cada aspecto de Menai Bridge. El funeral de la reina transcurrió como un reloj y estableció un estándar muy alto», dijo un funcionario de alto rango. Tampoco sorprende que tales preparativos estén en marcha, considerando que el Rey tiene 75 años y además padece cáncer.

En muchos aspectos, el plan es como de la fallecida reina, aunque los detalles exactos no han sido revelados a la prensa, pero se espera que una vez que se produzca el deceso, el secretario privado del Rey informará a los funcionarios clave como el primer ministro y varios ministros y funcionarios gubernamentales de alto rango. Las banderas en Whitehall serán bajadas a media asta y también se informará a los países de la Commonwealth y a los gobiernos donde el Rey es jefe de estado antes de que se informe a los medios de comunicación. El comunicado al público se hará desde la BBC y una nota anunciando la muerte del Rey también se fijará en las puertas del Palacio de Buckingham.

Guillermo ascenderá automáticamente al trono y se preparará para dirigirse a la nación, tal como lo hizo Carlos al día siguiente de la muerte de su madre, y el país entrará en un período de duelo nacional antes del funeral. El día de la muerte del rey será conocido como el Día D, con los días subsiguientes referidos como Día D+1, Día D+2 y así sucesivamente. Cada día será cuidadosamente planificado hasta que se lleven a cabo el funeral de estado y el entierro privado.