Polonia celebra su mayor desfile militar desde la caída del Muro de Berlín

El presidente Andrzej Duda desfiló en la columna militar, en pie sobre un carro blindado descubierto, después de pasar revista a las tropas junto al jefe del Estado mayor, el general Rajmund Andrzejczak. «Enviamos una señal de paz, pero al mismo tiempo demostramos que somos realistas», declaró después el primer ministro Mateusz Morawiecki en declaraciones a TVP Info, «seguiremos comprando y produciendo armas para tener un ejército tan fuerte que no tengamos que defendernos».

Morawiecki tradujo el desfile como «un mensaje de seguridad, unidad y apego de la nación al Ejército polaco». «Queremos vivir en paz y tranquilidad con todos nuestros vecinos, incluida Rusia, porque este es un país que, aunque cambien los años, cambie la alianza, pasen las generaciones, sigue siendo el agresor que amenaza a esta parte del mundo», señaló. El Día del Ejército polaco fue instituido en 1923 para conmemorar la victoria sobre el Ejército ruso en el Milagro del Vístula, tres años antes.

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«Hoy enviamos un mensaje de paz por un lado, pero por otro lado le estamos diciendo a los posibles agresores, le estamos diciendo a Rusia que en este momento difícil no nos guiamos por el idealismo, sino por el realismo y el pragmatismo, que Polonia asigna el porcentaje más alto del PIB dentro de la OTAN a la defensa: más del 4% este año, y que seguiremos invirtiendo en la misma línea».

«El gran desfile como escenario para acosar a los opositores políticos por parte del presidente del Partido Ley y Justicia (PiS) y del viceprimer ministro Jaroslaw Kaczynski atestiguan el hecho de que el partido en el gobierno está tratando de utilizar las fuerzas armadas para la propaganda electoral», criticó Pawel Wronski desde Gazeta Wyborcza, pero la celebración trascendía el análisis político interno polaco, ya en campaña para las elecciones del 15 de octubre, teniendo en cuenta que junto a las nacionales Fuerzas Terrestres, Fuerza Aérea y Armada, Fuerzas Especiales, Policía Militar, Fuerzas de Defensa Militar, Fuerzas de Defensa del Ciberespacio, una unidad de caballería y soldados de la 21ª Brigada de Fusileros de Podhale, con sus uniformes característicos, marcharon también soldados de las fuerzas aliadas, el grupo de batalla del batallón de la OTAN estacionado en Orzysz, compuesto de soldados estadounidenses, británicos, rumanos y croatas, además de soldados franceses que participan en misiones de entrenamiento para soldados ucranianos. Se trataba de una demostración de fuerza aliada en el flanco oriental de la OTAN y de una imagen con dedicatoria a los vecinos bielorrusos.

El pasado jueves, el ministro de Defensa polaco Mariusz Balszczak anunció que prevé reforzar la frontera con Bielorrusia con «alrededor de 10.000» soldados, 4.000 de los cuales participarán directamente en operaciones de apoyo a la policía fronteriza y otros 6.000 como refuerzos, en un territorio en el que hay ya unos 4.000 efectivos desplegados. «El asunto más importante en la actualidad para Polonia es la seguridad», dijo el presidente Duda en su discurso, «nuevamente tenemos que vivir en tiempos peligrosos».

A pesar de los 35 grados de temperatura, no faltó un sólo alto cargo polaco. Asistieron el presidente del Sejm Elżbieta Witek, los ministros de Exteriores Zbigniew Rau, Interior y Administración Mariusz Kamiński, Cultura y Patrimonio Nacional Piotr Gliński y el titular del MAP Jacek Sasin. En la tribuna figuraban tamibén los más altos comandantes militares: Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Polonia, General Rajmund Andrzejczak, el Comandante General de las Ramas de las Fuerzas Armadas, General Wiesław Kukuła, el Comandante Operativo de las Ramas de las Fuerzas Armadas, General Tomasz Piotrowski y comandante de las Fuerzas de Defensa Territorial, general Maciej Klisz.

Entre los reunidos estaba también general John Kolasheski, comandante del V Cuerpo estadounidense, cuyo mando avanzado se encuentra en Poznań. En el cielo, se vieron los viejos helicópteros W-3 Sokół o Mi-2, Mi-8 y Mi-17, junto a los Black Hawk y las nuevas adquisiciones: el AW101 destinado a la Armada y el AW149 a las Fuerzas Terrestres.

Entre la flota de helicópteros, también volaron los ocho AH-64 Apache, prestados por Estados Unidos para tareas de entrenamiento. Al desfile acudieron aviones escuela, como el M-346 Bielik y el Pzl-130 Orlik, así como transportadores - Boeing 737 y Gulfstream G550 utilizados para transportar VIP, PZL M28 Bryza, aviones CASA y los transportadores más grandes propiedad de la Ejército polaco C-130 Hércules.

Después fue el turno de los aviones de combate: cazabombarderos Su-22, que se han utilizado durante casi 40 años, seguidos por cazas MiG-29, además de los ligeros FA-50 de Corea del Sur, que reemplazarán a los MiG y cazas polivalentes F-16, actualmente el avión de combate básico en la Fuerza Aérea Polaca. Como invitados, los Eurofighter Typhoon pertenecientes a las fuerzas italianas, que participan en misiones de la OTAN en la región del Mar Báltico, y dos cazas F-35 estadounidenses. Polonia ha encargado 32 máquinas de este tipo, pero no comenzarán a ser entregadas hasta 2024.

La última parte del desfile fue iniciado por vehículos terrestres de las Fuerzas Especiales: quads, vehículos todoterreno y vehículos con rampa de asalto elevada. seguidos por Transportadores Rosomak y lanzacohetes autopropulsados Langusta, así como vehículos de transporte, médicos y técnicos para diversos fines. Varias docenas de tanques Leopard 2, muchos obuses Krab y vehículos blindados M-ATV, vehículos ligeros de reconocimiento Żmija y vehículos blindados Waran. Cerraban los morteros autopropulsados Rak, construidos sobre chasis Rosomak, el nuevo vehículo minador Baobab-K y los sistemas de eyección autopropulsada.