Polonia en alerta por misil ruso a 80 kilómetros de su frontera
Tres aviones de combate F-16 fueron desplegados con la misión de neutralizar el proyectil ruso
El jefe de la administración militar de Leópolis, Maksym Kozycki, hainformado sobre la explosión de un misil ruso en Drohobych, territorio ucraniano a sólo 80 kilómetros de la línea fronteriza polaca. Kozycki ha hecho público a través de Telegram que el misil de crucero ... se dirigió hacia la frontera con Polonia y después cambió de rumbo hacia la región ucraniana de Leópolis, para terminar impactando en una instalación industrial, destruir parte del edificio y provocar un incendio.
Informado sobre estos hechos en tiempo real, el ministro de Defensa de Polonia, Wladysław Kosiniak-Kamysz, ha ordenado a primera hora de hoy a las fuerzas armadas la activación de la aviación polaca y aliada. «Todos los sistemas de seguridad en Polonia están en alerta máxima», ha anunciado, «cualquier misil que vuele cerca o en dirección a Polonia nos obligará a poner todo el sistema en acción».
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Tres aviones de combate F-16 fueron desplegados con la misión de neutralizar el proyectil ruso y el Comando Operacional de las Ramas de las Fuerzas Armadas ha informado que «se han puesto en marcha todos los protocolos para garantizar la seguridad del espacio aéreo polaco».
No es la primera vez que un misil ruso, en el marco de la invasión rusa de Ucrania, obliga a las autoridades polacas a decretar la alerta. A finales de diciembre, el Estado Mayor del Ejército polaco confirmó que un misil ruso había entrado en su espacio aéreo durante tres minutos y había recorrido unos cuarenta kilómetros, antes de poner rumbo de nuevo a Ucrania. Y en noviembre de 2022, el episodio más peligroso hasta el momento, un misil de fabricación rusa impactó en una granja de la población polaca de Przewodów.
En aquella ocasión, los investigadores de la OTAN estuvieron de acuerdo con las autoridades polacas en que se trataba de un misil disparado por el ejército ucraniano y que por accidente había terminado en suelo polaco. De haber concluido que procedía del ejército ruso, hubiera sido necesario seguramente activar el artículo 5 de defensa mutua del tratado de la OTAN.
A la alerta militar se suma la alerta social. El ministro Kosiniak-Kamysz ha declarado esta misma semana que no excluye una situación de guerra directa con Rusia. «Me anticipo a todos los escenarios y me tomo muy en serio los peores», ha dicho sobre una posible una derrota de Ucrania y un siguiente ataque de Rusia a su país. Por esto motivo está comprobando qué lagunas existen en el armamento del ejército polaco para remediarlas cuanto antes.
«Ése es el trabajo de un ministro de Defensa en la situación en la que nos encontramos hoy», ha dicho en una entrevista publicada por el diario Super Express, «no pronunció estas palabras de manera casual, sino que las consideró cuidadosamente». El ministro de Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, ha hecho recientemente una declaración similar en Polska Newsweek.
El gobierno polaco hace estas declaraciones después de que Dimitri Medvedev, presidente del Consejo de Seguridad Nacional de la Federación Rusa, haya amenazado a la OTAN con una «gran guerra» y de que los los ejércitos noruego y sueco hayan pedido públicamente a sus poblaciones que se preparen para un ataque de Rusia en pocos años, mientras tienen lugar las mayores maniobras de la historia de la OTAN desde la Guerra Fría, que pretenden simular, entre otras cosas, la defensa de la brecha de Suwalki, en el noreste de Polonia.
El ex embajador alemán en Varsovia, Rolf Nikel, ahora vicepresidente de la Sociedad Alemana de Política de Asuntos Exteriores ( DGAP), reconoce que «la retórica polaca suena un poco estridente para los oídos europeos, pero es bastante normal en las condiciones polacas». Recuerda que, «no en vano el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, también ha hablado de la necesidad de que Alemania esté preparada para la guerra» y señala que «Alemania y todo Occidente deben prepararse para tal escenario».
En un reciente informe de la DGAP también se advierte que Rusia representa la mayor y más urgente amenaza para los Estados de la OTAN, debido a sus ambiciones imperiales. El estudio, titulado «Prevención de la próxima guerra», estima que el Kremlin necesitará de seis a diez años para reconstruir sus fuerzas armadas una vez que terminen los intensos combates en Ucrania.
«Dentro de este período, la OTAN deben permitir que sus fuerzas armadas disuadan y, si es necesario, luchen contra Rusia. Sólo así podrán reducir el riesgo de una próxima guerra en Europa», defiende el documento. También opina así Christoph Heusgen, que a las puertas del inicio de la Conferencia de Seguridad de Munich advierte sobre un ataque ruso a Occidente: «Tengo esta preocupación», ha dicho en la televisión alemana ARD, «si Putin gana contra Ucrania, seguirá adelante e incorporará a más países del antiguo Bloque del Este, porque quiere «recuperar» el imperio ruso, que colapsó con el fin de la Unión Soviética. Su conclusión es que «volvemos a la lógica de la Guerra Fría, de la disuasión y del despliegue de tropas en las fronteras para evitar que suceda lo que Putin ha indicado».
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