Policías heridos y docenas de detenciones en una nueva jornada de protestas violentas de la extrema izquierda en Leipzig

Los manifestantes, de negro y encapuchados, arrojaron piedras, botellas y artefactos incendiarios contra los agentes de policía. Según informa esta mañana un portavoz policial, varios cientos de agentes participaron en la operación para rodear a unas mil personas que quedaron atrapadas en el cordón y a las que se tomó la documentación, ya de madrugada. Las grabaciones de las cámaras de vigilancia serán ahora examinadas para tratar de discernir la identidad de los alrededor de cien manifestantes más violentos, responsables de las heridas y los daños. El presidente regional de Sajonia, Michael Kretschmer, que visitó el centro de control de la operación con el ministro de Interior Armin Schuster, ambos de la CDU, agradeció a la Policía sus esfuerzos. «El objetivo es proteger a las personas y los bienes y detener a los delincuentes violentos», dijo después en Twitter.

La coincidencia con un partido de fútbol y de un concierto también multitudinario dificultaron la tarea de control de acceso a los retenes que durante todo el día estuvieron trabajando en las carreteras de entrada a Leipzig. A medida que caía la tarde, se fueron multiplicando los incendios de contenedores de basura, automóviles y de marquesinas de paradas de autobús, especialmente en el distrito de Connewitz, donde ardieron numerosas barricadas, algunas de las cuales fueron extinguidas con cañones de agua que, sin embargo, no se dirigieron contra los manifestantes. Los encapuchados jugaron durante horas al gato y al ratón con la Policía, atrayendo a los agentes hasta callejones sin salida en los que eran atacados con adoquines arrancados del pavimento. La comisaría de policía de Wiedebabachspassage sufrió un ataque especialmente intenso y quedó parcialmente destruida.

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El parlamentario de la CDU Sebastian Fischer ha defendido la misión policial y ha deslegitimado los motivos de la protesta: «¡El monopolio del uso de la fuerza es del Estado! Los que usan la violencia por su cuenta deben sufrir las consecuencias», ha dicho en Twitter. El partido La Izquierda, sin embargo, la considera la actuación policial desproporcionada. Su secretario, Marco Böhme, ha acusado a la Policía en Twitter de haber permitido que la situación se intensificara con la «prohibición real». También critica el hecho de que los manifestantes bloqueados por el cordón policial quedasen a veces atrapados durante horas.

En los disturbios han participado militantes de extrema izquierda llegados a Leipzig desde el resto del país, para protestar contra la sentencia de prisión de cinco años y tres meses dictada por el Tribunal Regional Superior de Dresde contra Lina E., de 28 años, condenada por pertenencia a un grupo criminal que organizaba ataques planificados a miembros de grupos de extrema derecha y la posterior prohibición de la manifestación de protesta convocada en Leipzig y que fue desaconsejada por los servicios de inteligencia de Interior por estar organizándose actos violentos relacionados con ella.