La Policía francesa abate a un hombre armado que «quería prender fuego a una sinagoga»

Según el testimonio del alcalde de Rouen, el individuo llegó a lanzar esa bomba en la sinagoga, provocando daños significativos y un incendio pronto sofocado.

Los gendarmes se dirigieron hacia el hombre armado que se abalanzó contra ellos. Los gendarmes dispararon a una relativa corta distancia, abatiendo al sospechoso.

Minutos más tarde, Gérald Darmanin, ministro del interior, hizo pública la noticia felicitando a los gendarmes «por su coraje y reactivadas». Elie Korchia, presidente del Consistorio judío de Francia, se apresuró a felicitar y agradecer el comportamiento de los gendarmes «que han evitado un nuevo drama antisemita en nuestro país».

El 2023, los actos antisemitas se multiplicaron por cuatro. Un año antes habían sido contabilizados oficialmente 436 actos antisemitas. El año pasado se contabilizaron 1.676. Se trata de cifras oficiales, conocidas a través de denuncias. La realidad del antisemitismo violento quizá sea más grave.

Durante los últimos veinte años del siglo XX, los actos antisemitas se contaban por decenas. A partir del año 2.000 se advirtió un crecimiento significativo. Desde el 7 de octubre del año pasado, el día de la matanza de Hamás, el antisemitismo ha crecido de manera vertiginosa. Y el gobierno de Emmanuel Macron ordenó una vigilancia especial, policial y militar, en los barrios y centros de reunión, social y religiosa de la comunidad judía, de la que forman parte unos 500.000 franceses.

En el caso del intento de incendio de una sinagoga, en Rouen, la mañana del viernes, la policía explora varias pistas: del acto criminal individual al acto con intenciones terroristas. La Dirección general de la policía nacional (DGPN) investiga la identidad, familia y amistades del hombre abatido.