La Policía detiene a 30 ilegales hacinados en un camión de carga en República Checa y descubre entre ellos a una mujer muerta

El camión con matrícula extranjera fue detenido en la autopista D8 (E55) que conduce a la región alemana de Sajonia, cerca de Nova Ves, en el distrito de Melnik, a unos 30 kilómetros al norte de Praga. La carretera ha sido temporalmente cerrada al tráico durante la operación, pero a primera hora se encuentra ya abierta. La Policía supone que los inmigrantes sólo transitaban por la República Checa hacia Europa occidental, muy posiblemente hacia Alemania.

El país checo no es uno de los destinos preferidos de los traficantes de personas, pero aún así y según el Ministerio del Interior de Praga, el año pasado fueron arrestadas allí 13.898 personas sin documentos de residencia válidos, lo que supone una disminución de más de la mitad en comparación con 2022. Con la intensificación de los controles, el Gobierno serbio ha desencadenado un desplazamiento de la ruta migratoria de los Balcanes. Desde Turquía, en lugar de viajar por Serbia hacia el norte a través de Hungría, más personas ahora toman la ruta hacia el oeste a través de Bosnia. La mayoría proceden de Libia y Túnez. En el caso del camión detenido en la República Checa y, a la espera de los interrogatorios, todavía no ha sido posible establecer la procedencia del pasaje ilegal.

El pasado mes de febrero, Praga se abstuvo en la última votación sobre el Pacto de Migración y Asilo de la UE, según informó el ministro de Transporte Martin Kupka, que consideró la nueva versión del acuerdo peor que la que Praga ayudó a preparar cuando ocupó la presidencia rotatoria del Consejo de la UE en la segunda mitad de 2022. «Era realmente crucial para la República Checa garantizar un pacto que permita una política de retorno efectiva y una protección segura de las fronteras exteriores», subrayó Kupka. También le preocupaba que el nuevo documento termine generando más burocracia y papeleo. «Los cambios que ha sufrido la propuesta durante las negociaciones con el Parlamento Europeo se han alejado lamentablemente de lo que nosotros consideraríamos bueno», justificó su decisión.

Como consecuencia de la desconfianza en el pacto europeo, el Gobierno checo ha intensificado los controles aleatorios en la frontera checo-eslovaca, centrados principalmente en vehículos preseleccionados. Las autoridades y especialistas del Servicio de Policía Exterior trabajan con el objetivo de combatir e identificar a los contrabandistas. También los Gobiernos de Austria y Polonia han optado por controles aleatorios en sus respectivos pasos fronterizos con Eslovaquia, por la que pasan con regularidad camiones y furgonetas en las que se ocultan personas. Los conductores huyen, generalmente, antes de llegar al control y los inmigrantes irregulares guardan ley de silencio, por lo que a la policía checa le resulta muy difícil obtener información que ayude a luchar contra este negocio.

Para el primer ministro checo, Petr Fiala, limitar la entrada o el paso de inmigrantes ilegales es «la mejor forma de proteger la democracia». Esta semana, fiala ha lamentado el auge de movimientos «radicales» como Alternativa para Alemania (AfD) en el país vecino, ha señalado entre las posibles causas «la migración ilegal descontrolada», ya que considera que es «un problema creciente» en todo el continente. «Incluso aquellos que me tildaron casi de xenófobo hace años lo reconocen ahora», decía Fiala, en un mensaje publicado en redes sociales y con el que ha abogado por externalizar los procedimientos de asilo, agilizar las deportaciones y adoptar una mayor vigilancia en la frontera.