La Policía registra la casa de Bolsonaro en una investigación sobre la supuesta falsificación de certificados de vacunación

Las acusaciones podrían envolver al exmandatario hasta en una investigación de corrupción de menores, si se confirma la falsificación de la tarjeta de vacunación de su hija menor, Laura, de 12 años.

Bolsonaro no fue arrestado, pero fue sorprendido por la Policía que registró su residencia, en Brasilia, e incautó su teléfono móvil y el de su esposa, Michelle Bolsonaro. El operativo detuvo a seis sospechosos, entre ellos, su exasesor Mauro Cid, uno de sus hombres de confianza, y una de las personas con las que pasó sus tres meses de autoexilio en Estados Unidos.

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La operación, autorizada por el ministro de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, es parte de una investigación sobre «milicias digitales» ya en curso, y debe cumplir otras dieciséis órdenes de detención en Brasilia y Río de Janeiro. Entre las otras personas de confianza de Bolsonaro detenidas están el expolicía Max Guilherme, su exasesor especial, y su exayudante y guardaespaldas, Sergio Cordeiro. Todos viajaron con Bolsonaro a Orlando, en Estados Unidos, a finales del 2022.

Bolsonaro fue convocado por la Policía a declarar, pero su abogado, Marcelo Bessa, afirmó que el operativo era arbitrario y su cliente no atendería esa determinación. El expresidente, sin embargo, no perdió la oportunidad de hablar con la prensa a la salida de su casa, reclamó de persecución y reiteró que nunca se vacunó contra el coronavirus.

«No hay ninguna manipulación de mi parte. No tomé la vacuna. Leí el prospecto y no la tomé. Mi hija de 12 años no la tomó. Michelle [Bolsonaro] la tomó en Estados Unidos». Bolsonaro confirmó que la Policía tomó fotos de la tarjeta de vacunación de su esposa e incautó su teléfono móvil. El expresidente dijo no temer el resultado de las investigaciones, y acusó la operación de buscar «crear un hecho» en su contra.

«Estoy realmente sorprendido con un allanamiento en este sentido. En ningún momento he dicho que me haya puesto la vacuna. Todo el mundo es un ciudadano igual, pero para allanar la casa de un ex presidente... Hoy en día en Brasil todo es posible», criticó.

El expresidente también dijo que nunca le pidieron una tarjeta de vacunación para entrar a Estados Unidos. «Nunca me pidieron la ficha de vacuna en ningún lugar, no hubo ninguna manipulación de mi parte. No me vacuné y punto. Hubo personas que me presionaron para que tomara la vacuna, normal, pero leí el prospecto de Pfizer y no la tomé», subrayó.

Según la cadena de televisión Globo, la investigación policial encontró un fraude en las tarjetas de vacunación de Bolsonaro y su hija menor, Laura, de doce años. El fraude habría ocurrido el pasado 21 de diciembre, poco antes de su viaje a Estados Unidos, un día antes del fin de su mandato, el 30 de diciembre, con la inserción manual de datos en el sistema sanitario, que fueron borrados el 27 del mismo mes, bajo la información de «error».

El fraude habría involucrado a empleados públicos de la alcaldía de Duque de Caxias, en Río de Janeiro, entre ellos el secretario municipal, Joao Carlos de Sousa Brecha, una de las 16 personas con orden de arresto.

«Así, esas personas conseguían emitir los respectivos certificados de vacunación y utilizarlos para eludir las restricciones sanitarias vigentes impuestas por los poderes públicos (Brasil y Estados Unidos)», explica el informe policial.

La falsificación habría ocurrido en las fichas de Bolsonaro y su hija, y de Mauro Cid, su esposa y su hija, también menor de edad, y serviría para evadir la exigencia de vacunación obligatoria en la entrada a Estados Unidos. La esposa de Bolsonaro, Michelle, es la única de la familia que se vacunó legalmente durante un viaje oficial a Estados Unidos, cuando Bolsonaro era presidente.

Según la Policía Federal, la operación incluye la investigación de delitos como: infracción de medida sanitaria preventiva, asociación criminal, inserción de datos falsos en sistemas públicos de información y corrupción de menores. Además de las pruebas en el sistema de Sanidad, la investigación tuvo acceso a intercambios de mensajes entre los involucrados que confirmarían el fraude.

Entre los aliados del expresidente la principal preocupación es la incautación de su teléfono móvil. Bolsonaro es investigado en varios procesos judiciales, entre ellos, la supuesta incitación a los ataques del 8 de enero en Brasilia, cuando bolsonaristas invadieron y destruyeron las sedes de los tres poderes, en un intento de golpe de estado inspirado al ocurrido dos años antes en el Capitolio, en Estados Unidos.