Del pesto de los suecos a las tabletas de yodo de los finlandeses: los imprescindibles de los kits de supervivencia de los distintos países

Ante el recrudecimiento del conflicto en Oriente Próximo y sin grandes avances en las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia, la Comisión Europea ha presentado este miércoles el informe sobre defensa civil preparado por el expresidente finlandés Sauli Niinistö a petición de la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen. Lo ha hecho tras su análisis en el Europarlamento la semana pasada como parte de las medidas para reforzar la seguridad de Europa.

A pesar de lo llamativo de urgir a la población a pertrecharse con lo esencial para sobrevivir a una catástrofe o una guerra, la de la Comisión no es una iniciativa pionera. En los últimos meses varios países han creado documentos similares, o modificado algunos ya existentes, en los que animaban a sus ciudadanos a proveerse de artículos para resistir durante varios días e incluso semanas para crear un kit de supervivencia ante la posibilidad de una guerra, ataques terroristas, sabotajes, problemas técnicos, pandemias o desastres naturales.

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Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca ya distribuyeron el año pasado documentos al respecto para prevenir a los ciudadanos y crearon páginas webs con todos las recomendaciones. Más recientemente otras naciones, como Francia y Bélgica, han adoptado iniciativas similares para garantizar la supervivencia y el bienestar de sus poblaciones; mientras que Japón difunde este tipo de consejos desde años, enfocados fundamentalmente a las catástrofes naturales.

A mediados de noviembre, Finlandia publicó una guía online con instrucciones y recomendaciones sobre cómo prepararse para afrontar con éxito eventuales crisis o conflictos bélicos. El documento, titulado 'Preparación para emergencias y crisis', fue elaborado por una veintena de instituciones oficiales y oenegés y forma parte de la estrategia lanzada por el Gobierno en 2022 para mejorar la resiliencia del país frente a eventos de gran impacto social tras la invasión rusa de Ucrania.

En este sentido, el Ejecutivo finlandés señaló que, por su historia y la extensa frontera que comparte con rusia, el país «siempre ha estado preparado para la peor amenaza posible: la guerra». En esta línea, destacó que, en caso de conflicto, los reclutas que hayan cumplido el servicio militar y las personas obligadas a prestar servicio no militar desempeñarán sus funciones.

Los consejos incluyen instrucciones para múltiples escenarios: desde qué hacer en caso de un ataque terrorista -con indicaciones sobre cómo detener un sangrado- hasta cómo encarar fenómenos meteorológicos, la difusión de patógenos o un ataque nuclear -para lo que recomiendan disponer de tabletas de yodo-. Asimismo, pedían a los ciudadanos asegurarse de poder mantenerse de forma autónoma durante al menos una semana para que las autoridades puedan centrarse en quienes más lo necesitan.

De forma casi simultánea, el Gobierno sueco comenzó a distribuir por todos los hogares del país -por quinta vez desde la II Guerra Mundial- un folleto con decenas de consejos para prepararse ante este tipo de situaciones. «En tiempos de incertidumbre, es importante planificar. Los niveles de amenaza militar están aumentando. Debemos estar preparados para el peor escenario posible: un ataque armado contra Suecia», reza la guía en sus primeras páginas. Y añade: «No nos rendiremos, cualquier sugerencia que diga lo contrario es falsa».

El documento habla claramente de conflictos armados en las vecindades del país, pero también menciona otras formas de agresión para socavar la sociedad sueca, como los ataques cibernéticos, las campañas de desinformación, el terrorismo y el sabotaje. Respecto a la guerra, el texto recuerda que, desde los 16 años hasta los 70, los ciudadanos que residen en territorio nacional o en el extranjero forman parte de la «defensa total» del Estado y están «obligados a servir».

En cuanto a los artículos necesarios para sobrevivir, la guía recomienda aprovisionarse de alimentos energéticos, altos en grasas, como el pesto, los tomates secados al sol en aceite, la mantequilla de cacahuete, las nueces y las semillas. Asimismo, insta a apostar por alimentos que puedan prepararse rápidamente con muy poca agua, un bien que llama a almacenar embotellada. Además, pide no olvidarse de las mascotas y disponer también de comida para ellas.

«Las tormentas, los desastres naturales, el sabotaje, los problemas técnicos, el terrorismo o los actos de guerra pueden hacer que muchos pierdan acceso, por ejemplo, a la electricidad o el agua, y que resulte más difícil obtener los bienes y suministros esenciales», comienza la guía publicada por el municipio noruego de Hitra, en brase a la información de Protección Civil del país escandinavo.

Para hacer frente a estas situaciones, una guía de 20 páginas explica con todo detalle qué hacer para sobrevivir. Una de las principales recomendaciones se centra en el agua potable, de la que invita a almacenar alrededor de 20 litros por persona, lo suficiente para cubrir el requisito mínimo durante una semana. Sobre la comida, el texto urge a contar con la cantidad suficiente como para sobrevivir la primera semana.

Asimismo, para mantener la temperatura, el documento aconseja tener a mano ropa de abrigo, como mantas y sacos de dormir, y velas, cerillas o mecheros. También insta a tener conocimientos básicos de primeros auxilias y material, puesto que, en los primeros momentos de la crisis, puede resultar «difícil acceder por teléfono al número de emergencias médicas o a las urgencias».

Otro de los Estados que ha aconsejado a sus ciudadanos proveerse de bienes esenciales es Bélgica, que reconoce que cada día la sociedad se enfrenta a «diversos riesgos», como «fenómenos meteorológicos, incendios a gran escala o ciberataques». «Los acontecimientos geopolíticos en el mundo también pueden amenazar la seguridad de nuestro propio país. Por ejemplo, la guerra en Ucrania puede provocar un aumento de ciertos riesgos, como la desinformación, la seguridad del suministro de gas y la amenaza de conflictos armados en otras partes de Europa», han añadido.

El documento insta a contar con un botiquín básico de primeros auxilios, las medicinas habituales con un suministro de respaldo, agua embotellada, cargador para el móvil o una batería externa, documentos importantes, una lintena recargable con manivela, una radio a pilar, un encendedor o cerillas, una navaya suiza y una lista de verificación de evacuación.

El último en unirse a esta lista de países que llaman a sus ciudadanos a protegerse ante diferentes amenazas ha sido Francia. La semana pasada trascendió que el Gobierno de François Bayrou está preparando un folleto sobre las prácticas para prepararse ante una situación de «crisis». El documento hace referencia accidentes industriales, fenómenos climáticos, ciberataques o un conflicto armado y, aunque pide no centrarse en este último, la temporalidad lleva a pensar en una reacción a la tensión internacional.

Una radio a pilas (incluida algunas de recambio), medicamentos y un botiquín, una navaja, comida no perecedera, ropa de abrigo, una linterna, un cargador, agua potable embotallada «en cantidad», gafas de ver, dinero en efectivo y fotocopias de los documentos esenciales son algunos de los artículos recomendados por el Ejecutivo francés, sin olvidar los juegos de mesa para matar el tiempo en previsión de que la emergencia se prolongue más de lo deseable.

Japón también cuenta con recomendaciones sobre qué incluir en un kit de supervivencia, orientado fundamentalmente a los desastres naturales, como terremotos, u otro tipo de catástrofes, como el accidente nuclear de la central de Fukushima. Entonces, el Gobierno nipón elaboró una lista con artículos como comida enlatada, agua, patatas fritas, cacahuetes de arroz, sobres de sopa en polvo, un termo, toallas, un botiquín, un mapa y dinero en efectivo, entre otros.

Actualmente, la lista elaborada por el Ejecutivo japonés contiene esos elementos y otros, como un mechero, velas, una radio, una navaja, productos de higiene femenina, guantes, una cuerda de cinco metros… Ahora, solo queda desear que, tanto en el país asiático como en todos los demás, este tipo de kits sean necesarios en el menor número de ocasiones.