Patricia Krenwinkel, miembro de la 'familia' Manson, es recomendada para recibir la libertad condicional

El Departamento de Correcciones y Rehabilitación del estado confirmó la conclusión de idoneidad de la reclusa. Y la Junta Estatal de Audiencias de Libertad Condicional considera que Krenwinkel presenta poco riesgo de reincidencia y tiene un historial de conducta impecable desde su encierro en la Institución para Mujeres de California. Sin embargo, el gobernador de California tiene 150 días para revisar la propuesta antes de que pueda volverse definitiva o puede rechazarla.

Krenwinkel y otros miembros de la 'familia', como Leslie Van Houten, Susan Atkins y «Tex» Watson, fueron condenados inicialmente a muerte. Pero sus penas fueron conmutadas por cadena perpetua tras la abolición de la pena capital en el estado de California, en 1972. La petición de libertad para Krewinkel no es la primera. Ya Van Houten salió de prisión bajo palabra en 2023 después de estar encerrada 53 años. En su caso el Gobernador rechazó pedir una revisión de la Corte Suprema que evitara su puesta en libertad.

Krenwinkel tuvo una infancia marcada por el acoso escolar debido a su sobrepeso y por un crecimiento excesivo de vello corporal causado por una enfermedad endocrina. Tenía baja autoestima y tras el divorcio de sus padres se quedó con su progenitor hasta su graduación. Llegó a considerar hacerse monja, pero desistió de esa idea al igual que de sus estudios universitarios. Trabajaba de oficinista cuando en 1967 conoció a Charles Manson. Fue el primer hombre que le dijo que era hermosa. Se convirtió en una seguidora fiel de Manson desde ese momento y lo siguió en un viaje de 18 meses por el oeste americano.

Krenwinkel durante su tiempo con el grupo de Manson, era conocida con el alias de Katie. Y llegó a vivir durante varios meses con sus compañeros en la casa de Dennis Wilson, miembro fundador y baterista de los Beach Boys. Luego pasaron a ocupar una propiedad en el valle de San Fernando, fue allí donde Manson urdió los asesinatos. Krenwinkel participó voluntariamente en los asesinatos.

La noche del 9 de agosto de 1969, acudió con miembros de su 'familia' al número 10050 de Cielo Drive. Irrumpieron en la casa alquilada por Shanon Tate y Polanski en la zona de Benedict Canyon. En ese momento, Polanski estaba en Europa. Golpearon, dispararon y apuñalaron a los presentes. Y la noche siguiente, asesinaron en su casa a Leno LaBianca, y su esposa Rosemary. Se encontraron unas pintadas hechas con sangre de «Muerte a los cerdos» y «Healter Skelter», en referencia a la canción de los Beatles «Helter Skelter». En el juicio, Krenwinkel declaró que mientras los apuñalaba solo pensaba en que «ahora ya no enviarían a ninguno de sus hijos a la guerra». y se mantuvo leal a Manson.

'Reuters' detalla que aunque Charles Manson no mató personalmente a ninguna de las siete víctimas, fue declarado culpable de ordenar sus asesinatos como parte de un complot delirante para iniciar una guerra racial. Terminaría muriendo en prisión a los 83 años, en 2017.

Krenwinkel se terminaría distanciando de la 'familia' durante su estancia en la cárcel. Y en una entrevista con Diane Sawyer, en 1994, llegaría a comentar: «Me despierto cada día sabiendo que destruí lo más preciado, que es la vida; y lo hago porque es lo que merezco: despertar cada mañana y saberlo». Pese a su avanzada edad, los familiares de las víctimas consideran que sigue mereciendo permanecer recluida y han dejado claro su rechazo a su actual intento de liberación.