Un pasajero intenta secuestrar un avión en México para llevarlo hacia Estados Unidos

Todo ha sucedido a bordo de un avión de la empresa Volaris, una compañía de bajo coste mexicana. A través de un comunicado, la empresa ha explicado que un pasajero utilizó la fuerza sobre el vuelo 3041 que salió de León (Guanajuato) para cubrir la ruta hacia Tijuana (Baja California) con la finalidad de intentar llevarlo hacia Estados Unidos.

Según pudo conocer ABC, aunque el episodio ha generado un clima de nerviosismo entre los pasajeros, el secuestrador no ha estado ni remotamente cerca de hacerse con el control del aparato y ha sido rápidamente reducido por los tripulantes. Supuestamente no le han encontrado armas de fuego, pero tampoco se conoce cuál fue el medio con el cual pretendía apoderarse de la aeronave.

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Han sido momentos de zozobra porque, desde los atentados del 22 de septiembre del 2001, si un avión entra en territorio estadounidense y no acata la autoridad de ese país, sus fuerzas armadas tienen permiso para derribarlo y así evitar atentados como los ocurridos contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

Estas situaciones son seguidas de cerca por EE.UU., especialmente porque el Departamento de Seguridad Nacional ha documentado en los últimos años la presencia de personas con antecedentes terroristas en la frontera con México, algunas de las cuales llegaron hasta allí como parte de caravanas migrantes.

En México se registran antecedentes de estas situaciones. En 2009 fue secuestrado un avión de la compañía Aeroméxico cuyo autor pretendía una conversación con el entonces presidente, Felipe Calderón. Fue obligado a aterrizar en Acapulco y no hubo víctimas. El 1972 la guerrilla comunista secuestró un vuelo de la firma Mexicana, también sin pérdida de vidas humanas.

«La tripulación actuó de acuerdo con los procedimientos de seguridad establecidos y, conforme al protocolo, el avión fue desviado al aeropuerto de Guadalajara, donde la aerolínea puso al pasajero a disposición y custodia de las autoridades competentes», ha informado Volaris, horas después del episodio.

El Airbus A320 despegó cerca de las 7.17 horas del Aeropuerto de El Bajío y, por el hecho delictivo, aterrizó alrededor de las 8.03 en el Aeropuerto de Guadalajara.

«Volaris se ha constituido como parte acusadora para asegurar que enfrente todo el peso de la ley, hasta sus últimas consecuencias. Todos los pasajeros, la tripulación y la aeronave se encuentran a salvo. El resto de los pasajeros fueron protegidos para continuar su vuelo hacia su destino final», ha agregado la empresa.