En su búsqueda de reconocimiento mediático, Faustyna había sido muy activa en diversas redes sociales donde subía contenido erótico. Aunque esos perfiles desaparecieron ya, también tenía perfiles verificados en OnlyFans y en portales como Pornhub. En este último caso es de vital importancia para la investigación que tuviera un perfil propio y certificado por la propia web.
Faustyna no era como tal una actriz porno como tal, aseguraba, sino que subía vídeos de contenido pornográfico que grababa con su webcam. «Eso no cambia nada de lo que afirmo», dijo en su momento, pero la realidad es que sí lo hace.
Para tener un perfil auténtico y verificado en Pornhub tuvo que registrarse y, según establecen las condiciones del mismo, debe facilitar un documento que certifique quién es, como un carnet de identidad o un pasaporte, para lo cual es obligatorio contar con un certificado de nacimiento. Este tipo de medidas se emplean para evitar que se registren menores de edad o se realicen suplantaciones de identidad.
El problema para Faustyna es que, en su defensa de que se trata de la auténtica Maddie McCann, aseguraba que no tenía una partida de nacimiento. Ahora está entre la espada y la pared: o bien mintió en su registro en Pornhub, por lo que puede haber cometido un fraude, o bien realmente sí tenía un certificado de nacimiento y se ha inventado toda la historia y el fraude es ella.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete